Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El gobernador Silvano Aureoles Conejo anunció que se alcanzaron acuerdos para liberar caminos y carreteras del oriente del estado, específicamente en Zitácuaro, las cuales había sido bloqueadas por ejidatarios y comuneros quienes tomaron tal determinación debido a noticias falsas transmitidas en redes sociales, en el sentido de que la Guardia Nacional y policía fumigarían con intención de infectar a la gente del Covid-19.
“Quiero agradecerles a todos, de todo corazón, a todos los dirigentes de las comunidades, de las tenencias, de los ejidos del municipio de Zitácuaro, del municipio de Ocampo, del Jungapeo, de todos aquellos lugares, de todos aquellos puntos que estaban sumados a la protesta por una serie de pendientes, de dudas”, externó el titular del Poder Ejecutivo.
“Platicamos mucho, por horas y horas, pero afortunadamente prevaleció siempre el respeto. Quiero agradecerles a mis paisanos, a los dirigentes, porque gracias a su apertura, a su voluntad, logramos ponernos de acuerdo y trazar la ruta para salir adelante juntos”, agregó mediante mensaje en redes sociales.
Dijo también que este tema demanda sensibilidad, compromiso, apertura, solidaridad, para enfrentar juntos el reto del Coronavirus Covid-19.
Reconoció al secretario de gobierno y a la secretaria de salud de la entidad, por su trabajo en la búsqueda de acuerdos y en otorgar información; así como al General responsable de la Guardia Nacional y al comisario de la división caminos de la misma instancia; además de a los funcionarios del Ayuntamiento.
Igualmente, el secretario de gobierno, Carlos Herrera Tello, dirigió mensaje también por sociales, para agradecer a todas las instancias e involucrados, por los acuerdos alcanzados.
Por la tarde de este martes, la tensión en la zona creció hasta el punto en que el propio gobernador discutió en tono elevado con comuneros, quienes le remarcaban que se sentían engañados por las autoridades.
"Por una pinche información falsa..", les espetó el mandatario en una conversación telefónica, a lo que el grupo de personas reclamó: "No nos hable así, merecemos respeto", para enseguida interrumpir la llamada.