Tras el posible resurgimiento de los autodefensas y la creación de nuevas Guardias Comunales, el obispo de la Diócesis de Zamora, Javier Navarro Rodríguez se dijo a favor de este movimiento toda vez que han ayudado a reducir los índices delictivos en Michoacán.
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Poniendo como ejemplos los casos de Cherán que se levantaron en armas para combatir la tala ilegal y el de Tancítaro donde la población se organizó para no permitir la intromisión del crimen organizado, el religioso señaló que han sido modelos que han dado resultados.
El municipio de Cherán reaccionó como autodefensa, ha sido un movimiento bien conducido y ejemplar porque traen buenas armas que les dotó la autoridad civil y obviamente han bajado las extorsiones y los crímenes, manifestó.
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Estos dos modelos, precisó, más que buscar ser un grupo antagónico al Gobierno de Michoacán, han contribuido a la defensa del territorio, los recursos naturales y la protección de las comunidades.
No buscan ser un grupo más que entre a la guerra con armas. Buscan defender a su pueblo y si para hacerlo se necesita armarse, pues se arman; no para matar sino para defenderse y organizarse, afirmó.
En cuanto a las llamadas Kuaricha, reconoció el trabajo que han hecho en este mismo sentido y mostró su aprobación de que las autoridades estatales comenzaran a dotarlas de armamento, unidades e insumos para continuar con sus trabajos de vigilancia.
Por su parte, el obispo de Apatzingán, Cristóbal Asencio García temió que con este presunto resurgimiento, se cobren la vida de las personas que se levantan en armas, así como de sus familiares.
Cuando surge un grupo de autodefensas es un riesgo para sus familias porque no solo peligran a ellos. Sí le temo a su formación porque he visto como han sufrido mucho, sobre todo, en un ambiente donde impera un grupo u otro y después de un tiempo viene otro, es un riesgo tremendo, argumentó.