Zamora, Michoacán (OEM-Informex)- De manera literal, la economía de Zamora y esta región se sostiene sobre el cultivo, comercialización y, más recientemente, sobre la industrialización de la fresa y otras berries.
Las más de 40 congeladoras que se ubican en Zamora y Jacona generan aproximadamente 16 mil empleos directos y más de 40 mil empleos temporales, es decir, casi 60 mil familias –cerca de 300 mil personas– dependen de la fuente de trabajo,
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El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Jesús Fernández Arias, dijo que la cifra sube si se considera a los agricultores de 18 municipios de la región que cultivan y venden su producto para ser congelado, empacado y vendido en México.
Fernández Arias afirmó que Zamora es considerada la principal exportadora de berries o frutillas congeladas al superar el millón y medio de toneladas que se envían, principalmente, a Canadá, Estados Unidos, Holanda, Chile, Arabia Saudita, Japón China, República Dominicana, Italia y Kuwait.
Por ser generadora de empleos así como por impulsar la economía en la región y del estado, el empresario considera que es un factor de desarrollo; además, destacó la importancia agrícola de la zona debido a que es el primer lugar nacional en la producción de berries.
Sin embargo, dijo, existen necesidades en tecnificación, equipamiento y apoyos para el campo, pues aunque hay programas de modernización los campesinos se ven en desventaja, por lo que faltan proyectos que beneficien a la agroindustria como los créditos, capacitaciones e, incluso, beneficios fiscales.
El Niño que llegó a Zamora
Luego de analizar y encontrar terrenos fértiles para la siembra de frutilla, los agricultores de Zamora, Tangancícuaro y Jacona se vieron en la necesidad de tecnificar el campo y aprovechar al máximo la conservación de su producto.
Por tal motivo, en el año de 1966 y con la participación de Raúl León Chávez, originario de Irapuato, se constituye la sociedad mercantil Congeladora Niño de Zamora para contribuir en la congelación y empaque de toda clase de productos agrícolas.
Con base en la documentación que tiene el Museo de la Ciudad de Zamora, el 25 de noviembre de ese año se creó la empresa, la cual se ubicó en la antigua Hacienda los Aguacates, localizada en el kilómetro uno del camino que va de Zamora hacia Ario.
Las acciones, cuyo costo fueron de mil pesos por cada una, fueron adquiridas por José García Quiroz (20 acciones), Victorino Ortiz Ramírez (20 acciones), José Luis López Peña (15 acciones), Luis López Martínez (15 acciones), Sergio León Chávez (15 acciones) y Raúl León Chávez (15 acciones).
Después de cuatro años, para agosto de 1970, los 100 mil pesos de inversión se convirtieron en un capital que superaba los seis millones de pesos, mismo que empezó a dar dividendos y a mejorar la economía de la población.
Una vez que la Congeladora el Niño comenzó a dar resultados, otros visionarios instalaron a finales de 1960 y principios 1970 las congeladoras América, en Jacona, y Estrella, en Zamora.
Con ello se marca el inicio de otras empresas en el ramo, tales como Morales, Zamora, Intermex, Alimentos Mundiales, América, Chapala, De Alba, Frexport, Frutas Refrigeradas, Haciendita, El Duero, Del Río, J. A. Valdés, Anáhuac, Estancia, Moreno-González, Empacadora y Exportadora o Impulsora Agropecuaria de Zamora y Olimpia.
El crecimiento económico de la región fue tal que para 1980 Zamora ya contaba con su propio banco, el Banco de Zamora, lo que incidió, también,en el crecimiento de la ciudad; lamentablemente, de manera desordenada, se perdieron muchas de las tierras de cultivo para, en su lugar, edificar colonias y fraccionamientos.
¿Frescos o congelados?
Para la Ingeniera en Industrias Alimentarias Esperanza Alvarado, la fruta congelada tiene el mismo beneficio que la fruta fresca, ya que no lleva ninguna sustancia química por su proceso de lavado, congelado y envasado.
La conservación de la temperatura permite que el producto se envíe a otros puntos del país y del mundo con sus nutrientes conservados, debido a que las frutas y verduras se recogen cuando alcanzan su máxima maduración
Respecto a la congelación, las temperaturas de -20ºC evitan que los tejidos se rompan y se pierdan líquidos, lo que contribuye a que los vegetales mantengan características como color, olor, sabor y textura; asimismo, estudios han demostrado que no hay diferencias entre el contenido de vitaminas en las frutas y verduras congeladas respecto a las frescas.
Por otra parte, la ingeniera recomendó que las frutas y verduras descongeladas deben consumirse durante las 24 horas siguientes a su descongelación y una vez hecho el proceso, no deben congelarse nuevamente, ya que esto favorece su contaminación o deterioro.