Si usted anda por alguna plaza, centro comercial o sitio concurrido y encuentra un módulo con una pantalla y pequeños casilleros con cables disponibles para recargar la batería de su teléfono móvil, observe bien porque en ese mueble se ubica un desfibrilador disponible que podría salvarle la vida a cualquier persona que sufra de un infarto.
“Salva una Vida, Comunicación con Causa”, es el “ángel guardián” que desde hace cuatro meses aproximadamente, está instalando módulos con desfibrilador.
Hasta ahora hay tres en Morelia, ubicados en las plazas comerciales Las Américas y Escala Morelia, así como en el Zoológico "Benito Juárez" en la capital michoacana, aunque próximamente habrá otro en el Deportivo Venustiano Carranza a donde diariamente acuden cientos de personas a ejercitarse.
El desfibrilador externo automático es un aparato de tamaño pequeño y ligero. Una vez conectados sus electrodos al tórax del paciente, analiza el ritmo cardiaco y detecta si es susceptible de tratamiento eléctrico o no.
El ingeniero biomédico Christian Vázquez, quien dirige desde hace 15 años la empresa Gening, abordando temas de tecnologías de salud a nivel local, estatal e incluso federal, junto a su equipo de trabajo desarrollaron esta innovadora y práctica idea, que seguramente pronto estará aplicada por todo el país.
Y es que el motivo es perturbador: en México, la primera causa de muerte son los problemas cardiovasculares.
En Michoacán, en particular, se presentaron cinco mil 300 muertes el último año por este tipo de eventos, dijo Christian Vázquez a El Sol de Morelia, con base en datos de la Secretaría de Salud.
“Preocupándonos por esta causa y viendo la problemática, nosotros trabajamos principalmente con clientes, hospitales, entonces en los propios hospitales llegaban a fallecer pacientes a causa de que la tecnología no estaba bien cuidada, no había un seguimiento de la misma y pues, afuera, la situación se iba incrementando porque no existían ese tipo de tecnologías al alcance de la mano de toda la sociedad”, rememoró Vázquez.
Por ello, a través de Gening desarrollaron este proyecto con la finalidad de atender esta problemática y así nació “Salva una Vida, Comunicación con Causa”, tratando de dar una solución gratuita a toda persona que pudiese ocupar algún desfibrilador.
“Los equipos, cuando se necesita salvar una vida, no tiene ningún costo utilizarlos, en ningún momento. Los establecimientos que puedan llegar a tener este tipo de módulos, también es gratuito para ellos. Entonces, creamos este sistema y este modelo de tal forma que pudiera replicarse en todas las ciudades”, añadió Christian Vázquez.
Además de los aparatos de este tipo ya instalados en la ciudad, los creadores tienen listos los convenios para instalar módulos en Pátzcuaro, Janitzio, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zamora, Quiroga y la Ciudad de México.
Un módulo especial, adaptado con celdas solares, estará funcionando en el Santuario de la Mariposa Monarca.
Al igual que Morelia; Pátzcuaro, Janitzio, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zamora, Quiroga, la Ciudad de México y, obviamente el Santuario de la Mariposa Monarca, son sitios turísticos, comerciales, industriales y de servicios, en donde seguramente los módulos con desfibriladores serán de gran utilidad.
“A nivel turístico es importante, porque también lo que son centros de salud y hospitales a veces no están muy cercanos de donde ocurren los eventos y hay una gran afluencia de gente”, apuntó el impulsor de “Salva una Vida, Comunicación con Causa".
Destacó además que existe un exhorto del Consejo de Salubridad General, del gobierno de la República, para que en los establecimientos de gran afluencia, que son lugares donde se concentran más de cien personas, se tenga disponible un equipo de desfibrilación automática para poder salvar vidas.
Aún no es obligatorio, es un exhorto como tal, porque los equipos son costosos pero aún más el mantenimiento del mismo durante su tiempo de vida, que es de cinco años.
“La instalación del módulo puede llegar a costar cien mil pesos y lo que es el sostener ese equipo a lo largo de ese tiempo de vida, que es lo más importante -porque a veces no se contempla incluso en los propios hospitales-, llega a oscilar entre medio millón a un millón de pesos”, reveló Christian Vázquez.
Este mantenimiento tiene que ver, entre otras cosas, con el cambio de parches que se utilizan en cada evento, así como las baterías, para tenerlas listas a fin de atender al siguiente paciente, “y es lo que a veces no se hace (…) y aunque tienen el equipo, no funciona y es un problema muy grave al que estamos dando solución”, refirió.
Para ello, el modelo que han implementado para hacerlo sostenibles, es con la participación de empresas que adquieren publicidad en estos módulos, los cuales cuentan con pantallas en las cuales pueden anunciarse.
“Nosotros financiamos todo lo que es la instalación del propio módulo y lo que es sostener el módulo a lo largo de su tiempo de vida, es gracias a patrocinadores que se anuncian en las pantallas. Es una Comunicación con Causa, ellos adquieren su marketing tradicional, pero esta vez hay un trasfondo de que el dinero se va a aplicar a sostener ese equipo para que se sigan poniendo más módulos y salvando más vidas”, subrayó.
El equipo es automático, entonces puede detectar cuando no necesita una descarga y no la aplica; o, si la requiere el paciente, pues sí la aplica. No hay manera de equivocarse.
Christian Vázquez. Ingeniero biomédico
A cuatro meses de iniciado el proyecto, “Salva una Vida, Comunicación con Causa” además de haber instalado ya los tres módulos en Morelia, ha venido capacitando a las personas que laboran o asisten alrededor de los centros comerciales, universidades, escuelas y sitios públicos, en poder identificar los procesos para poder utilizar adecuadamente el desfibrilador, aunque éste es muy seguro y sencillo de operar.
“El equipo es automático, entonces puede detectar cuando no necesita una descarga y no la aplica; o, si la requiere el paciente, pues sí la aplica. No hay manera de equivocarse”.
“Salva una Vida, Comunicación con Causa” tiene ya preparadas varias campañas a nivel de la población, “de la sociedad en general”, en lugares públicos, a fin de que la población esté más preparada en poder identificar cuando es un evento en el que requiere atención inmediata, “porque este tipo de eventos de paros cardiacos súbitos, estamos hablando de 10 minutos en lo que puede ser la vida o la muerte”, acentuó.
Cada minuto que transcurre significa 10 por ciento menos de oportunidad de vida. Por ello, el tiempo de atención al paciente, es lo más importante.
Actualmente, para respaldar el proyecto, se han realizado convenios con las secretarías de Salud, de Turismo y, de Desarrollo Económico del gobierno del estado de Michoacán, buscando promover un turismo saludable, “en donde el visitante sepa que está protegido”, y que los emprendedores generen conciencia de que todos, empleados y empleadores, deben contar con capacitación.
Importante es señalar también, que la publicidad que se acepta en sus módulos, debe ser “ética y responsable”.
Con relación al módulo con desfibrilador en el Santuario de la Mariposa Monarca, destacó que en ése en particular Gening tuvo que trabajar más, a fin de adaptarlo mediante celdas solares.
“Llegamos a resolver esos problemas gracias a que tenemos desarrollo tecnológico en la empresa”.
Dato
5,300 muertes se presentaron en Michoacán el último año por problemas cardiacos
Tienen listos los convenios para instalar módulos en Pátzcuaro, Janitzio, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zamora, Quiroga y la Ciudad de México.