Morelia, Mich.-(OEM-Infomex).- De nueva cuenta, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, se pronunció por bajar las altas expectativas que se tienen de la puesta en operaciones de la Guardia Nacional en todo el país, sobre todo por algunos ayuntamientos y gobierno estatales, pues conforme a lo establecido en sus leyes reglamentarias este nuevo cuerpo de seguridad aún actúa como una policía federal preventiva, y para que rinda los resultados esperados y “sobreestimados” aún falta mucho.
Al pormenorizar en la reunión de la Comisión de Seguridad y Justicia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) sostenida el pasado lunes con titulares de las áreas de seguridad federal, Aureoles Conejo señaló que durante la misma se puso sobre la mesa el tomar dicho rubro como un espacio de neutralidad política, sin cuestiones ideológicas o electorales, insistiendo a su vez en garantizar la coordinación entre los tres niveles de gobierno.
“Es una nueva institución, órgano desconcentrado, pero está integrado por militares y marinos, muchos de ellos sin haber tenido los cursos para esa función (…) Guardia Nacional en los hechos es una policía preventiva federal, para ser policía se requiere un proceso de formación (…) a mi juicio eso dará resultados en unos tres años, que se empiece a consolidar y vaya madurando”.
Aureoles Conejo también criticó la determinación del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador de enviar un total de 25 mil elementos de la Guardia a las fronteras norte y sur (con 10 y 15 mil efectivos, respectivamente) únicamente para “hacerle el trabajo a Donald Trump”, cuando a Michoacán sólo han enviado tres mil 084 policías a nueve de las 13 regiones comprometidas (Apatzingán, Hidalgo, Huetamo, Múgica, Puruándiro, Sahuayo, Uruapan, Zacapu y Zamora), cuyo promedio general no alcanza ni los 400 uniformados por cada zona.
De ahí que el titular del Ejecutivo local considerara que, además de la extinción de la Policía Federal para darle entrada a la GN, los relevos en el Gobierno, el cambio al Nuevo Sistema de Justicia Penal y a su vez la transición de procuradurías a fiscalías generales, han sido las grandes variables para el recrudecimiento del fenómeno de la inseguridad y la violencia. No dejando de lado el gravísimo problema de las adicciones y el tráfico ilegal de armas, provenientes principalmente de Estados Unidos.