Morelia, Mich (OEM-Infomex).- Durante la audiencia por el caso del presunto homicidio de Julio César Chagoya, también conocido como “Julín”, se reveló que éste mantuvo en todo momento una actitud agresiva mientras se encontraba al interior de un domicilio ajeno.
De acuerdo con el testimonio que ofreció Salomón “H”, quien vive en dicha propiedad del fraccionamiento Jardines del Toreo, aquel 12 de agosto del 2020, antes de que el joven fuera presuntamente asesinado por elementos de la Policía Morelia, tuvo una actitud violenta que atemorizó a su familia y a una vecina de nombre Priscila.
“Con mi hermano fuimos a la tienda a eso de las 21:30 horas, cuando veníamos de regreso una vecina que se llama Priscila nos avisa que un sujeto estaba en la cochera de nuestra casa. Posteriormente mi papá se comunicó con nosotros y se encontraba alterado, yo lo que hice fue llamar al 911 para pedir ayuda y en eso llegaron los vigilantes del fraccionamiento”.
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Tras el aviso a las autoridades, el hermano de Salomón “H” puso el cerrojo del portón para evitar que “Julín” escapara y a la distancia, aseguró que se podía escuchar como la posterior víctima comenzó a romper el ventanal y macetas, mientras gritaba insultos como “mierda” y “perros”.
En este sentido, se debe recordar que una audiencia pasada se informó que las pruebas químicas y forenses que se le realizaron a la víctima arrojaron que su cuerpo tenía dosis de marihuana y anfetamina, aunque no se pudo determinar cuánto tiempo y en qué cantidad habrían sido consumidas ambas sustancias.
Al arribar los policías, Salomón relató que se le abrió el portón y fue entonces cuando Julio Chagoya comenzó a correr mientras los elementos de seguridad lo perseguían. “Yo estaba resguardado en la casa de un vecino cuando escuché dos detonaciones, me quedé en shock, totalmente paralizado”.
Debido a la distancia y a la poca visibilidad producto de la noche, Salomón “H” no pudo apreciar si los policías desfundaron sus armas al momento de haberse iniciado la persecución, ni tampoco se atrevió a afirmar que se hubiera presentado un forcejeo con “Julín”.
Por otra parte, aunque señaló que durante el incidente había presencia de civiles, dijo no recordar si éstos se involucraron cuando los elementos policiacos corretearon a Julio Chagoya, así como tampoco pudo revelar la dirección de lo que se presume eran sus vecinos.
Otro dato relevante que aportó el testigo fue que cuando “Julín” salió de la cochera llevaba sangre en el pecho; sin embargo, aclaró que desconocía si el joven llevaba algún tipo de arma en sus manos.
El segundo testimonio de la audiencia estuvo a cargo de Marisol “Z”, quien desde hace tres años forma parte de la Policía Morelia y esa noche de agosto del 2020 acudió al fraccionamiento luego de que en la corporación recibieron una llamada en la que solicitaban el apoyo para atender el caso de una persona que se encontraba con un comportamiento agresivo.
Al igual que Salomón, la testigo coincidió en que al interior del domicilio se escuchaba como “si estuvieran aventando cosas”, mientras que los imputados, Juan Manuel y Julio “N”, esperaban a las afueras.
Antes de que se abriera el cerrojo del portón, la policía aseguró que Julio “N” lanzó un comando de voz en el que solicitaban a “Julín” que se tranquilizara y que saliera con las manos en alto para posteriormente entregarse.
No obstante, la testigo afirmó que esto no sucedió, pues compartió que al momento de salir hizo caso omiso y, además, “se reía como si estuviera enojado, levantó las manos como queriendo atacar a los policías, pero no vi si traía algo”.
En la versión de Marisol “Z”, se especificó que fueron cuatro detonaciones las que se escucharon pasada las 22:00 horas, pero no acertó a decir quiénes fueron los elementos que accionaron las armas.
Durante el interrogatorio, la defensa de los imputados cuestionó a la policía si en este caso se aplicaron correctamente los protocolos de actuación y pese a las constantes objeciones de la fiscal y el Ministerio Público, la testigo respondió que desde su experiencia así fue.
A la audiencia acudieron dos testigos más, pero al agotarse el tiempo que se tenía disponible en la sala 14 del anexo del Cereso, la jueza determinó que los testimonios restantes se desahoguen el próximo 17 de mayo en punto de las 9:00 horas.