MORELIA, Mich. (OEM-Infomex).- En una de sus tardes libres, Bryan Arias decidió correr por la zona sur de la ciudad. El circuito que improvisó le ayudaría a explorar un poco más la urbe, pues desde que había llegado de Oaxaca para integrarse a las filas de la Policía estatal, no había tenido tiempo de palpar más a fondo Morelia.
Durante su recorrido, un lugar le llamó la atención por las características que presentaba. A las afueras del Bosque Lázaro Cárdenas, se encontró con una especie de gimnasio rústico, el cual era ocupado tanto por jóvenes como por personas de la tercera edad.
El oficial de 20 años que se enorgullece de llevar en su pantorrilla un tatuaje que está decorado con los aros Olímpicos y que se acompaña de la palabra “runner”, confiesa a El Sol de Morelia que desde el inicio fue de su gusto la adaptación que se le hizo a los viejos aparatos, los cuales fueron instalados por el gobierno municipal en su momento y que con el pasar de los años quedaron en el olvido.
“Yo soy policía y la verdad no quiero estar gordito, entonces este lugar me ha servido como un buen complemento, ya que después de correr aproximadamente una hora, llego aquí y me pongo a hacer abdominales, sentadillas y otros ejercicios para la espalda”.
En el sitio se encuentran pesas de fierro, barras y hasta una llanta de tráiler; todo es utilizado para realizar rutinas caseras, donde se trabaja exclusivamente con el propio peso del cuerpo, lo que ayuda en el fortalecimiento de la condición física y la resistencia.
Rodrigo Beithia considera que es la sencillez del espacio lo que ha enamorado a quienes lo frecuentan. Con 20 años de edad, Rodrigo trata de asistir a este lugar cuando su trabajo de barman se lo permite. A comparación de un gimnasio tradicional, resalta que aquí sí se puede disfrutar del aire libre y a la par evitar las incomodidades que genera el encierro.
Los gyms procuran más lo estético, pero en lugares como éste se trabaja como verdaderos atletas porque creas tus propios ejercicios; yo por ejemplo, hay días que los dedico a hacer más fuerza y en otras ocasiones me enfoco en la resistencia
La aglomeración de deportistas que se presenta principalmente por las tardes, ha despertado el interés de los más jóvenes; este es el caso de Esteban Ángeles García, de 16 años de edad y quien apenas hace dos semanas comenzó con el hábito de dedicar sus tardes al ejercicio en este sitio.
Cuenta que las rutinas que se ha autoimpuesto tienen relación con el trabajo sobre el abdomen, los glúteos y las piernas; sin embargo, expone que es importante estar variando los ejercicios para evitar el cansancio.
En este sentido, destaca que a las afueras del Bosque Lázaro Cárdenas se ha creado una comunidad, donde los asistentes se suelen compartir rutinas y consejos sobre la forma correcta de aplicar los ejercicios.
“Las Gárgolas”
Hace seis años el colectivo “Ministerio Gárgolas Morelia”, que se dedica a la práctica del streetworkout en la ciudad, decidió organizarse y diseñar una estructura de barras de metal con el objetivo de entrenar de mejor forma.
Las afueras del Bosque Lázaro Cárdenas fue el lugar elegido para ello y actualmente hasta una veintena de jóvenes se reúne en el espacio para exhibir sus mejores trucos, mientras en el fondo hacen sonar una bocina con una variedad de canciones que pasan del rock al metal y hasta el hip-hop.
José Ramírez llegó a Morelia hace ocho meses para estudiar Lenguas Extranjeras; proveniente de Zihuatanejo, Guerrero, comparte que lleva dos años practicando el streetworkout y que ha sido en la capital michoacana donde ha podido incrementar su nivel.
“La estructura del lugar está muy bien hecha, cuentan con buenos materiales y eso me está ayudando para poder prepararme para el torneo que se tendrá en Lázaro Cárdenas el 17 de agosto, donde estaré compitiendo por primera vez desde que inicié en esto”.
Relata que conoció esta disciplina gracias a unos videos que observó en las redes sociales, donde se percató que el streetworkout tenía alcances importantes en otros países y que inclusive se organizaban campeonatos mundiales de la especialidad.
Y en el momento justo en que dice que la disciplina va creciendo en México, refiere que la zona que fue instalada por “las Gárgolas” está funcionando mejor que nunca, ya que además de ser gratuita, aseguró que en Morelia no se tiene ninguna otra estructura similar.
PARKOUR: EL PODER DE CONOCER TU CUERPO
Carlos Serrano y Germán Cárdenas corren por el camellón del Bulevar García de León, y antes de llegar a la orilla del concreto saltan y giran de manera coordinada en el aire por unas centésimas de segundo para finalmente poner los pies sobre la tierra.
Son practicantes del parkour, la disciplina que se define como “el arte del desplazamiento de un punto a otro de la manera más estética posible”. Dice Carlos que la definición se queda corta, ya que para él va más allá de eso y alcanza inclusive tintes espirituales.
“Es un deporte que se debe de complementar con el miedo para lograr superarlo, es como ver un abismo, pero no dejar que él te mire a ti, entonces se convierte en algo completamente disciplinado y espiritual”.
Junto a Germán, comenzaron a practicar el parkour en la secundaria a raíz de que observaron una serie de videos donde se exhibían diferentes trucos y acrobacias. Explica Germán que al comenzar a dar sus primeros saltos se redescubrió y con ello también el potencial que tenía su cuerpo, “es ver que lo que parecía difícil, realmente no lo era tanto”.
Ahora, con 18 años de edad, detallan que aprovechan la estructura de la ciudad para practicar la disciplina; precisan que el punto tradicional donde se reúnen los trazadores es la Calzada de Fray Antonio de San Miguel, pero también existen otros sitios idóneos como el Bulevar García de León, los edificios de Fovissste y hasta en los centros comerciales.
Admiten que la disciplina no ha caído de buena manera en sus familias por lo riesgosa que es. Ninguno se ha escapado de las lesiones, pues mientras Germán sufrió un esguince en la rodilla, Carlos tuvo cortadas severas en brazos y pecho por escalar un árbol.
“Mis padres cuando me quieren castigar lo primero que me dicen es que no voy a ir a entrenar, pero también en ocasiones me han mostrado su apoyo al inscribirme a gimnasios, aunque siempre termino regresando a las calles”, compartió Carlos.
Si bien el parkour no ha alcanzado todavía una popularidad masiva en la ciudad, los trazadores coinciden en que de a poco va ganando terreno y un ejemplo de ello es el torneo que se realizó este fin de semana en la Calzada de Fray Antonio de San Miguel, donde se contó con la presencia de aproximadamente 50 deportistas.
Aunque parezca irónico, German relata que el parkour le ayuda a liberar el estrés acumulado, ya que desglosa que la sensación al hacer un salto o un truco es similar a sentir un poder, el cual termina disfrutando.
Por su parte, Carlos expone que el parkour ayuda a descubrir los instintos más libres, a volver a los orígenes y desplazarse como cuando el ser humano estaba en estado animal; pero sobre todo, afirma que ve en la disciplina un método de superación personal, donde tiene la oportunidad de enfrentar sus miedos y superarlos.