Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- En el sureste de Morelia proliferan los centros comerciales, las sucursales de grandes cadenas y tiendas lujosas, pero no todo se limita a ese ámbito porque también hay resquicios para cosas como el arte, en específico el circense, porque ese es el que cultivan y promueven en un espacio llamado La Fábrica.
El director de este lugar se llama Mauricio Hernández Ramírez, el cual expresó en entrevista que el espacio se llama La Fábrica porque alude a una encomienda, que es fabricar un movimiento del arte circense en Morelia.
Es decir, es una disciplina que ya existe y ejercen diferentes colectivos en la capital michoacana, como lo fue Habitantes de las Alturas, pero lo que Hernández Ramírez busca es ampliar las posibilidades de educación, entrenamiento y creación en ese ámbito.
Lo anterior mediante talleres con una plantilla de profesores fija e invitados de otras ciudades y con la posibilidad de que otros artistas o colectivos renten el espacio para entrenar, además de la creación de obra propia. Es de anotar que además de Hernández Ramírez, las otras maestras son Bianca Galli, Ana Sifuentes y Lupita Bautista.
En suma, Hernández Ramírez dijo que La Fábrica tiene la intención de “impulsar las artes circenses en la ciudad y generar más este movimiento”.
De hecho que están conformando una compañía que se llamará Disturbio, para hacer espectáculos y es que afirmó que La Fábrica tiene la encomienda de que “al mismo tiempo en que funcione como escuela lo haga también como un foro, para que colectivos independientes puedan venir y presentar lo que estén trabajando”.
Ahora bien, aunque La Fábrica tiene abierta un año y medio, Hernández Ramírez ya tiene un camino previo en lo circense desde hace años.
Él mismo relató que comenzó en este ámbito hace 12 años “empecé tomando clases, talleres aquí en una compañía de teatro llamada Ceja”.
Posteriormente, dijo, le invitaron a convenciones de circo “en donde conocí variedad de aparatos y disciplinas; a partir de ahí tuve que buscar en dónde tomar clases y casi siempre tuvo que ser fuera de la ciudad”.
El que tuviera que salir de Morelia tenía una razón, pues mencionó que en ese entonces “era muy poquita la gente que lo practicaba”.
De hecho, afirmó que debió tomar talleres tanto fuera de la capital michoacana como fuera del país.
Debido a esto, expresó que La Fábrica nació “a partir de la necesidad de un espacio donde poder entrenar y poder ofrecer a la gente un lugar seguro para realizar la actividad y aprenderla y es que me tocó invertir bastante dinero para aprender en otros lugares al mismo tiempo en que conocí a gente interesada pero económicamente no le era posible hacer estos viajes para las costearse clases”.
La Fábrica ofrece talleres de danza aérea y contorsión
Hernández Ramírez mencionó que buscan abrir de nueva cuenta otras disciplinas, “que antes teníamos como parado de manos, acrobacia, monociclo, malabares, una gran variedad”, las cuales debieron cerrar por falta de estudiantes.
Más que desanimarse por eso, Hernández Ramírez lo mira de esta forma: “por el hecho de ser cosas nuevas a la gente le da un poco de miedo intentarlas, tuvimos que cerrarlas porque faltaba gente para mantenerlas”.
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Sin embargo, esto plantea el reto de difundir estas disciplinas, algo que Hernández Ramírez ha intentado resolver mediante talleres esporádicos “en donde traemos maestros invitados de otras ciudades a que nos compartan un poco de lo que hacen, de diferentes disciplinas, para que la gente vaya conociendo lo que existe dentro del circo”.
Una curiosidad es que, si bien La Fábrica está abierta para todo público, Hernández Ramírez mencionó que han sido más mujeres quienes se han acercado, algo que atribuyó “a la idea que existe en la ciudad de que la danza es sólo para mujeres o ciertas actividades son femeninas, entonces lo hombres se limitan por esta situación, pero es una actividad que va para toda persona, todos los aparatos se pueden adaptar a cualquier cuerpo”.
Los aparatos de la danza aérea son: telas, aro, trapecio, cuerdas y cintas, mientras que en actividades de piso hay otras técnicas y herramientas pues como dijo Hernández Ramírez “cada disciplina tiene su variación”.