Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- El pasado lunes 16 de noviembre, el tranquilo Centro Histórico de Morelia se convirtió en el escenario de un incidente que llamó la atención de los ciudadanos. Patrullas de la Policía Municipal cerraban calles, uniformados en bicicletas y a pie resguardaban un negocio de comida del Portal Matamoros, donde se rumoraba que había un hombre amenazando con quitarse la vida.
Desde las 19:00 horas y hasta cerca de la medianoche, todo era incertidumbre, ya que solo los elementos de seguridad se encontraban dentro del negocio con el individuo. Sin embargo, al final la noticia sorprendió: la persona abandonó su deseo suicida.
A pesar de que no se extendió ninguna información por parte de las autoridades, Sergio Picón, dueño del establecimiento de comida Los Picón (lugar donde ocurrieron los hechos), narra en exclusiva para El Sol de Morelia cómo se superó la crisis.
Mientras Sergio se encontraba ejercitándose, recibió una llamada de sus trabajadores, argumentando que dentro del lugar se encontraba “José”, un hombre que, desde la óptica de los empleados, se encontraba en crisis y bajo la influencia de una sustancia.
“Yo estaba haciendo ejercicio, me marcaron para decirme que el hombre solo lloraba y mencionaba que tenía muchos problemas. Desde que llegó, dicen que parecía que había consumido alguna sustancia y cuando le preguntaron si se drogaba, contestó que sí, que apenas ayer lo había hecho”, comentó el dueño del lugar.
Sergio recuerda que mientras se desarrollaban los hechos, sus colaboradores sospechaban que “José”, posiblemente se encontraba armado: “Sí tengo un arma, pero no la traigo”, les respondió cuando le preguntaron.
Como forma de precaución, Sergio se dirigió al Portal Matamoros mientras contactaba a la Policía Morelia para que les apoyara, pues temía que se tratara de un asalto.
“Primero pensamos que estaba intentando distraer a la gente para asaltarnos, era lo que creíamos, pero los trabajadores intentaban tener calma y solo llamaron a la policía cuando presintieron que traía un arma”.
Cuando la policía arribó al establecimiento, las cosas se tornaron oscuras, pues al momento de corroborar si el hombre contaba con algún tipo de arma, desenfundó la pistola y amenazó con arrebatarse la vida en el lugar.
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Cuando eso pasó, los uniformados retiraron a todo el personal y se encerraron en el lugar con el individuo armado.
Mientras pasaban las horas, Sergio se mantenía al pendiente, pero sin saber qué sucedía en su negocio. Después arribó desde Pátzcuaro la esposa de “José”, a quien le colocaron un chaleco antibalas para ingresar a Los Picón.
Al arribo de su cónyuge, el hombre desistió y se entregó a la policía.
A pesar de haber finalizado el evento, Sergio Picón y sus compañeros de trabajo aceptaron tener miedo a represalias por haberlo puesto a disposición de las autoridades, pero dicho temor se fue esfumando mientras la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Policía de Michoacán y de Morelia aseguraban haber hablado con el individuo y garantizaban la seguridad del locatario.
“Tengo que decir que la forma que actuó la Policía Morelia y Michoacán fue, aparte de oportuna, muy certera; hicieron las cosas bien y de verdad lo agradezco mucho. Desde ayer hasta hoy en la mañana teníamos miedo de alguna represalia, pero ya con lo que nos dijo la Fiscalía y la policía estamos tranquilos”, puntualizó el emprendedor.
Por último, aceptó que “José” en ningún momento amenazó o agredió a un tercero, afirmando que en su local fue tratado amablemente como a cualquier otro cliente: “Él nunca nos agredió ni nos amenazó. Nosotros le dimos medicamento, comida y bebida, lo tratamos muy amablemente como tratamos a todos los que vienen a comer con nosotros. Entendimos que solo quería desahogarse, tenía la urgencia de hablar y nosotros lo recibimos”.
