Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Con un total de 849 mil 053 habitantes (según cifras del último censo), Morelia cuenta con 25 librerías. El número de establecimientos de venta de libros podría parecer bajo e insuficiente si se toma en cuenta que la capital michoacana ya supera el millón de habitantes.
Sin embargo, las ventas en estos espacios son bajas en parte por el precio de los libros, pero también por la falta de interés, falta de tiempo, problemas de salud u otros intereses que muestran los ciudadanos.
Otro aspecto que ha impactado a las librerías es la proliferación de aparatos electrónicos y de libros en diferentes formatos, incluyendo los PDFs.
POR ESTO NO LEEN LOS MORELIANOS
• 48.5% falta de tiempo
• 22.4% desinterés
• 12.7% por problemas de salud
• 11.7% prefiere otras actividades
• 4.1% por falta de dinero
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No hay que dejar fuera la opción de compras en línea, mediante la cual, el lector accede a un amplio catálogo de libros que vía correo o paquetería le llega hasta las puertas de su casa.
De esta forma y enfrentando vaivenes económicos, desinterés, avance tecnológico y marketing comercial, las librerías en Morelia intentan ofrecer opciones a quienes se niegan dejar morir los libros impresos.
De acuerdo con datos de febrero del 2022 del Módulo sobre Lectura del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 88.24 por ciento de la población mayor a 18 años no asiste a las librerías a comprar libros.
Esto podría deberse a que el 64.18 por ciento de la población afirmó al ser encuestados que no lo llevaban a la biblioteca o librería durante su infancia.
Las librerías en Morelia
Es Morelia uno de estos sitios es El Sendero, espacio abierto hace casi 10 años por Ramón Rojas.
Él refiere que el precio de los libros sin duda influye, más todavía al considerar que "regularmente no son baratos, todo lo contrario, tienen precios elevados". Sin embargo, este librero identifica que el factor principal es el interés de las personas, "aunque estén muy baratos si a la gente no le atrae leer pues no se venden, aunque sean muy económicos; más bien depende de lo que buscan las personas".
Por tanto, más allá de lo económico, Ramón Rojas apuesta a la diversidad bibliográfica "o sea, el espacio es pequeño pero lo que siempre se ha pretendido es hacer una buena selección y ese ha sido siempre el atractivo de esta librería".
En términos similares habla Emanuel Bravo, quien se desempeña como librero en Educal, un espacio administrado desde gobierno, en específico Cultura federal, pero que no está exento del fenómeno descrito por Ramón Rojas. Esto se debe, menciona, a que los precios bajos "ayuda a los nuevos lectores, porque el que ya es lector tiene búsquedas específicas, entonces el que es lector no le importa si un título se encuentra o no en oferta".
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"El precio es determinante, con frecuencia vienen estudiantes buscando libros y ofrecemos material económico, obras clásicas muy accesibles; cuando una persona que tiene el gusto por la lectura, el precio es impedimento para que compre"
Emanuel Bravo, librero en Educal
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En este sentido, Emanuel Bravo afirma que los lectores consumados "traen una búsqueda, aunque le ofrezcas 10 libros que tuvieron premios y se los des a mitad de precio no los comprará porque tal vez está buscando El lector común, de Virginia Woolf y en edición de Lumen; pero los lectores nuevos, al llegar y encontrar algo en 10 pesos puede comprar hasta 20 libros, entonces se inicia a alguien como lector con el gancho de la promoción".
Afirma que las promociones impulsan el nacimiento de lectores, mientras que estos llegan a las librerías dependiendo del perfil de cada una. En suma, dice que lo que se oferta define al público que llega a las librerías, "cada una hace una línea y los lectores deciden a dónde irán; aquí quienes vienen saben que el material se enfoca más en las artes, vienen también muchos niños, a ellos les enseñan en las escuelas a odiar los libros y Educal tiene material, que no es escolar, y tiene la finalidad de que los niños amen los libros".
También desde las grandes cadenas se puede ver esas tendencias de compra, en donde el factor del costo sí pesa, pero no condena. Y es que como refiere Noé Soto, trabajador en Librerías Hidalgo, "el precio es determinante, con frecuencia vienen estudiantes buscando libros y ofrecemos material económico, obras clásicas muy accesibles; cuando una persona que tiene el gusto por la lectura, el precio es impedimento para que compre".
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ENTÉRATE
• Morelia cuenta con 849 mil 053 habitantes (según cifras del último censo)
• Hay solo 25 librerías en la ciudad
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No obstante, afirma que hay personas que sí adquieren títulos, aunque sean caros, "como que planean o ahorran con anticipación y compran sus libros; a veces realizan un gasto considerable, pero al platicar con ellos, pasa que generalmente lo ven como una buena inversión, gastar en un libro no les pesa".
Por qué no leen los morelianos
En cuanto a las causas que originan la falta de interés en la literatura, las estadísticas señalan que el 48.5% acusa falta de tiempo, 22.4% desinterés, 12.7% por problemas de salud, 11.7% porque prefiere otras actividades y 4.1% por falta de dinero.
