Morelia, Michoacán.-Las iglesias y templos del estado se han visto afectados por malas prácticas de restauración y mantenimiento realizados en este patrimonio histórico cultural, afirmó el director en Michoacán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Marco Antonio Rodríguez Espinosa.
En entrevista, el funcionario precisó que este tipo de lugares no siempre recibe el mantenimiento adecuado por lo que se corre el riesgo de que se presente un deterioro, principalmente, en los tiempos de lluvias donde las afectaciones se pueden ver con más frecuencia.
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Los inmuebles destinados al culto religioso no suelen tener mantenimiento y comienzan a tener afectaciones constantes debido a que no hay una conciencia por parte de los responsables de custodiar el patrimonio
Marco Antonio Rodríguez Espinosa., titular del INAH Michoacán
Asimismo, señaló que cuando se llegan a hacer trabajos de restauración que se hacen en estos recintos no siempre son adecuados porque terminan perjudicando las estructuras o piezas que incluso datan de los siglos XVI y XVII; lo que pone en peligro su conservación.
"Por desgracia, en muchos casos no recurren a especialistas, no sé si por más barato o desconocimiento, pero son hechas por personas que no saben del tema y que realizan malas intervenciones que lo único que hacen es afectar el patrimonio cultural", dio a conocer el responsable del INAH Michoacán.
En este sentido, mencionó los casos de dos espacios en Morelia: Templo de Las Monjas donde se derribó un pedazo de cantera de una de las torres y el Templo del Carmen que ha sufrido daños por malas obras hechas.
Sin embargo, esta situación se ha presentado en las comunidades al interior del estado, sobre todo, en las sacristías donde debido a que "los padres ya no quieren estar en cuartos de adobe y sienten que merecen vivir cómodamente", llegan a modificar las estructuras.
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Finalmente, indicó que es necesario que los responsables de custodiar los bienes formulen planes de mantenimiento a través de una cultura de la prevención que permita mantener los edificios en buenas condiciones; proyectos que deben hacerse de la mano del INAH.