Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Rechazado para ser médico en la facultad de la Universidad Michoacana, Víctor Velázquez López se aferró a sus aspiraciones y tras unirse a un movimiento estudiantil, años más tarde estaría en la primera línea de combate al Covid-19 en el Hospital Civil Dr. Miguel Silva.
El médico cirujano es uno de los 150 profesionistas que atienden la enfermedad de manera directa en el Servicio de Salud estatal. El oriundo de Ciudad Hidalgo ha vivido la pandemia desde su contratación, en abril de 2020, y afirma que muchas son las víctimas de la enfermedad que ha visto morir de manera súbita. “El padecimiento es así”, describe mientras sorbe al café.
En el marco de la celebración del día del Médico en el país, Víctor relata la experiencia adquirida y la resume en tres momentos críticos, entre ellos el haber adquirido el virus durante la segunda ola que pegó a Michoacán en enero de 2021 y la muerte de dos pacientes que, sin querer, rememora de forma dolorosa.
Don Federico fue uno de sus primeros pacientes. “Me encariñé con él: apenas llegaba al área Covid y lo primero que hacía era pasar a saludarlo, revisar su evolución, su nivel de oxigenación”.
Tras una pausa, agrega: “uno de esos días llegué al hospital. Me puse el traje de protección y busqué a mi paciente, pero lo encontré dentro de una bolsa. Don Federico no tenía ningún factor de comorbilidad, sus signos vitales eran estables, pero así es el virus, repentino, sin reglas”, lamenta.
Ocho meses después de combatir la pandemia, el médico de 32 años de edad se contagió del virus y comprendió parte de las complicaciones físicas y mentales que trae consigo. “Me enfrenté al miedo de morir”, indica.
Recuperado, regresó con mayor disposición. No obstante, se afrontó a ese tercer momento.
Mientras colocaba su traje en la sala covid, observó a un paciente que requería ser entubado de manera inmediata, tarea que tenía encomendada. El nivel de oxigenación de aquel hombre de 62 años era bajo, acaso de 52%, cuando lo normal es de al menos 92%.
Pese a colocarse el overol, guantes, gogles, careta y botines, en instantes el pasillo se volvió kilométrico, y a tan solo unos pasos vio cómo el paciente daba su último aliento, “una especie de gárgola se lo llevó, lo vi con claridad”.
Ocupación al límite
Karla Puga Gómez, doctora del Instituto de Seguridad Social y Servicios de Trabajadores del Estado (ISSSTE), reforzó la atención del área Covid a principios de 2021. La segunda ola en Michoacán colapsó el sistema de salud, las camas llegaron a ser insuficientes y los contagios no cesaban, relata desde el cargo administrativo que hoy tiene en la institución.
Sin embargo, también se desempeña en el área de urgencias del Hospital Civil. Ahí, las camas estuvieron ocupadas en todo momento. En la etapa más crítica, los pasillos fueron salas de espera y la tregua para el sector salud llegó hasta meses después, agrega.
Entre las complejidades que enfrentó fue atender mujeres embarazadas que llegaron contagiadas. Algunos casos refieren al fallecimiento tanto de la madre como del producto, aunque en otras ocasiones se logró salvar al bebé.
Sin precisar el dato, afirma que llegó a perder compañeros médicos, enfermeras y trabajadores administrativos. Ambos testimonios coinciden en señalar que los eventos masivos como el de los Toritos de Petate, suscitado el 16 de octubre pasado en la plaza Valladolid, son caldo de cultivo para la enfermedad, pese a que un número importante de la población está vacunada.
La doctora no duda en decir que “el virus llegó para quedarse. Usar el tapabocas no es por obligación, sino por salud. La enfermedad ha venido mutando y la hace más compleja y mortal”.
Víctor señala que el reconocimiento más importante para los médicos sería que la gente priorizara su salud. Ser doctor, doctora, “es brindar la ayuda que las personas buscan, eso me queda claro y lo hago con todo el esmero que se requiere, pero ese agradecimiento debe reflejarse en el cuidado que cada uno hace de sí mismo, más allá de un papel o un estímulo económico”.
Han muerto 180 profesionistas
En Michoacán, la Secretaría de Salud reporta un promedio de 150 médicos trabajando en áreas Covid-19, distribuidos en diferentes turnos. Asimismo, otros 365 trabajan en contacto con pacientes positivos en los módulos de enfermedades respiratorias habilitados en igual número de centros al interior del estado.
Hasta el 11 de octubre pasado, se registraban 30 casos activos entre el personal de salud, refiere el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedad Respiratoria Viral (SISVER). Solo el 25% de ese total son médicos. El estado ocupa la posición número 13 en defunciones en este rubro, con cerca de 180 doctores, enfermeras, laboratoristas, dentistas y otros trabajadores del ramo.
De la delegación del IMSS, existe un reporte de 12 médicos fallecidos a causa de la enfermedad, consignó la institución.
