Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, acordonó a los comunicadores locales que se dieron cita en su cotidiana rueda de prensa de cada lunes, con lo que se impidió que las y los reporteros presentes pudieran abordar a los funcionarios que asistieron a la misma, donde se expuso el trabajo que se ha realizado en los primeros 100 días de la administración emanada de Morena.
Como no se había visto antes, el equipo de protocolo del gobernador colocó postes separadores de cordón entre el templete donde emitió su mensaje y el área donde comúnmente se instala la prensa para dar cobertura a las conferencias que se han venido realizando todos los lunes en la Casa Michoacán: “la casa de las y los michoacanos”.
Esta barrera impidió que los reporteros que no tuvieron participación en las tres intervenciones concedidas a la prensa pudieran abordar en lo individual a los funcionarios presentes, entre ellos la secretaria de Educación, Yarabí Ávila González; el secretario de Finanzas y Administración, Luis Navarro, y el secretario de Salud, Elías Ibarra Torres.
La misma dosis
Lo mismo sucedió en la presentación del Programa Dirigido al Fortalecimiento de las Capacidades de las Policías Municipales para la Prevención del Delito, donde el grupo de escoltas del gobernador enfrascó a la prensa local cuando terminó el evento, para impedir que los comunicadores sostuvieran acercamientos de carácter reporteril con los funcionarios que estuvieron presentes.
Mientras la prensa era contenida por una barrera humana, conformada por unos 6 escoltas del gobernador, Alfredo Ramírez desfiló a la salida del recinto, acompañado de Arturo Gómez Shuster, representante de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (ONUDC), y de la secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas, Tamara Sosa Alanís, quien se negó a atender a la prensa para aclarar cómo se pretende abatir la violencia contra la mujer en el estado, después de que, minutos antes, reconociera al micrófono que este delito se ha disparado en la entidad, y que sólo en 2021 se registraron 47 mil ilícitos de este tipo.
Este bloqueo impidió que la prensa conociera los alcances de un acuerdo establecido de palabra con la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (ONUDC), para capacitar a las policías locales en la atención del delito.
“Ni Silvano hacía esto”, dijo un reportero al ver que, ante la desatención de los funcionarios que se dieron cita en el evento, era hora de abandonar el recinto, hoy conocido como Casa Michoacán.