Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- El intento fallido de capturar al capo del cártel de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez, “La Tuta” –hoy preso en el penal del Altiplano-, y la frustrada estrategia para desarticular a la delincuencia organizada así como los grupos de autodefensa en Michoacán, vistieron el trabajo desempeñado por Alfredo Castillo Cervantes, durante su paso como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado.
El pasado 15 de enero de 2014, Alfredo Castillo Cervantes estableció dos objetivos principales: desarmar a los grupos de autodefensa que operaban en diferentes regiones del estado, y buscar, sin éxito, la captura del capo del cártel de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez, “La Tuta”, quien, posterior a su gestión, fue detenido el 27 de febrero de 2015, y trasladado al penal del Altiplano.
En lo que fueron sus primeros pasos como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado, en abril de 2014 Castillo Cervantes se adentró en las regiones de Tierra Caliente y la Sierra-Costa Nahua, con la intención de desarticular a las autodefensas, de las que se desprendieron posteriormente dos corporaciones policiales: Fuerza Rural y Fuerza Ciudadana.
La constitución de la Fuerza Rural y Fuerza Ciudadana se concentró en el desarme de las fuerzas de autodefensa que operaban en aquel entonces, lo cual, para líderes de estos grupos como Hipólito Mora Chávez y el hoy fallecido, José Manuel Mireles Valverde, generó descontento.
A partir del desarme de las autodefensas, Castillo Cervantes comenzó a mantener una relación ríspida con algunos de sus líderes, entre ellos los mencionados Hipólito Mora y José Manuel Mireles.
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A consecuencia de estos desencuentros, durante su gestión se encarceló en dos ocasiones a Hipólito Mora; mientras que José Manuel Mireles, en 2014, fue apresado por su presunta responsabilidad en el delito de portación de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, condición en la que se mantuvo hasta mayo de 2017, año en que fue liberado.
En medio de un evidente distanciamiento con los líderes de las autodefensas, a Castillo Cervantes se le criticó por mantener una relación estrecha con otro de los cabecillas de estos grupos, “El Abuelo” Farías, a quien identifican como presunto capo delincuencial en Tepalcatepec.
También se consumaron detenciones de actores políticos en Michoacán, luego de que éstos se vieran involucrados en acercamientos, registrados en material gráfico, con Servando Gómez, “La Tuta”. Sin embargo, los apresados consiguieron su libertad al no existir pruebas contundentes para ser sometidos a juicio.
Entre estos se encontró el ex gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna García, quien, meses después de la llegada del ex comisionado nacional, el 06 de abril de 2014, fue detenido por presuntos delitos de delincuencia organizada.
A esta lista se sumaron los ex alcaldes Uriel Chávez Mendoza, de Apatzingán; Noé Octavio Aburto Inclán, de Tacámbaro; Jesús Cruz Valencia, de Aguililla; Dalia Santana Pineda, de Huetamo; Salma Karrum Cervantes, de Pátzcuaro; José Luis Madrigal Figueroa, de Numarán y Simón Vicente Pacheco, de Charapan.
Durante su cargo, Castillo Cervantes operó para que Salvador Jara Guerrero, ex rector de la UMSNH, fuera el gobernador interino cuando Fausto Vallejo tendía sus problemas de salud.