Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- En Michoacán no existen estadísticas con cifras oficiales sobre los crímenes de odio cometidos en el Estado, pero según organizaciones de la sociedad civil, la entidad es como uno de los lugares más peligrosos para la comunidad LGBTTTQ.
En el Informe 2020 presentado por el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio del 2014 al 2020 en Michoacán se han registrado 28 asesinatos, con lo que se posiciona en tercer lugar nacional, solo por detrás de Veracruz con 49 casos y Chihuahua con 37.
De acuerdo con este informe, en 2014 no se registró ningún crimen de odio, en el 2015 se registraron 8 asesinatos, en el 2014 4 casos, en el 2017 1 caso, en el 2018 6 asesinatos, en el 2019 4 casos, en el 2020 5 personas asesinadas y en el 2021 no se ha registrado ningún caso.
Según el informe, “de la totalidad de casos, el el 40.7% de los casos se desconoce si hay alguna persona detenida en el; del 59.3% restante, solo en un 31.45% hay alguien detenido, mientras que en un 68.54% nadie ha sido arrestado por el crimen. Estos porcentajes revelan el grado de impunidad que impera en estos casos”.
A su vez la organización Letra ESE presenta en su informe 2015-2019 que en Michoacán se cometieron 12 asesinatos por odio, en el 2015 registró 4 crímenes, en el 2016 ptros 4 casos, en 2017 fue un caso, en el 2018 se registraron dos casos y en el 2019 fue persona asesinada.
Según sus estadísticas, las víctimas por crímenes de odio son mujeres trans en el 54.7% de las veces, le siguen los hombres gay cisgénero con un 30.8% de los casos, mujeres lesbianas cisgénero representaron el 7.7% de los casos y el 6.8% restante corresponde a hombres bisexuales, hombres trans, muxe y no binario.
En contra parte en el Informe Anual de Resultados y Avances del Plan de Persecución de Delitos de la Fiscalía del Estado, no se dan datos al respecto de este tipo de crímenes.
El activista y director de la sede local de la Fundación El Sol, Gerardo Andrés Herrera Pérez comenta que un crímen de odio cuenta con características que lo diferencian otro tipo de asesinato. “el odio significa atentar de una manera diferente, puñaladas, cortarte el miembro, metértelo a la boca, hacerte daño, 72 puñaladas, eso no es una muerte de alguien que tiene coraje, es de alguien que tiene repulsión y asco por el otro”.
Añadió que en Michoacán diversas organizaciones de la diversidad sexual han trabajado desde hace más de 20 años en proyectos que al día de hoy, han derivado en leyes y diseño de política pública enfocados en visibilizar, proteger y dignificar la diversidad social cultural y sexual, que tradicionalmente había sido ignorada por la sociedad pero afirma que aún falta mucho por hacer en materia de conciencia social.
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“Si bien es cierto que se ha ido quedando y desarrollando la conciencia social, si bien es cierto que tenemos las posibilidades de entender que la diversidad sexual como concepto paraguas donde cabe absolutamente ahí todo, puede caminar más menos tranquilo, debemos seguir entendiendo que de la población no hemos quitado el chip de las ideologías misóginas, machistas, clasistas, facistas, homófobas, de lesbofobia, de transfobia, de bifobia, es decir, las seguimos teniendo, podemos tener preguntas fuertes, pero seguimos teniendo respuestas débiles, porque finalmente siguen matando a la gente, sigue habiendo feminicidios contra mujeres cisgénero, transfeminicidios contra mujeres sociales, es decir, mujeres trans”
De la misma manera exhortó a dejar de ver a las víctimas asesinadas por cuestiones de odio como un número más, ya que son crímenes que atentan contra la dignidad humana y de las personas en su entorno.
“Son familias, padres o madres, parejas, amantes o hijos que tienen que ser resignificados no como un número más sino como en su calidad de dignidad humana, tal como dice la declaración de los derechos humanos, los hombres nacemos en igualdad de dignidad y derechos, me parece que queda todavía mucho por hacer, tal vez no en términos legales, de la norma, sino en la creación y desarrollo de una conciencia social de entender que vivimos varias cosas, primero vivimos una diversidad que es social, cultural y sexual, segundo que el diálogo que se establezca en la sociedad debe ser horizontal, no solamente con las familias sino también con las autoridades y con todo el constructo social relacional”
De igual manera enfatizó la importancia que tiene la representación del colectivo para los puestos de elección popular, gracias a las acciones efectivas solicitadas por el INE a los partidos políticos para este proceso electoral.
“Ese es parte del diseño de lo que debería estar pasando cuando decimos que hay que constuir una conciencia social para poder ayudar a trabajar esto, y la otra es advertir las cuestiones de igualdad, los homosexuales deben tener voz, poder y valor como lo tiene cualquier persona, poder acceder a la justicia social, en un proceso de redistribución de la riqueza, en un reconocimiento a sus saberes y las cuestiones de la representación”