Como un problema latente de contaminación y de salud que requiere atención y pronta solución fue considerado el que Michoacán carezca de un programa integral para el acopio, traslado y disposición final de las baterías y pilas desechadas en territorio estatal, así lo manifestó la diputada local y presidenta de la Comisión de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente en el Congreso del Estado, Mayela Salas Sáenz.
De acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Pilas y Baterías AC,
En México el consumo de pilas por habitante es de seis baterías primarias no recargables por año y una sola de éstas puede contaminar más de 100 mil litros de agua
con riesgos a la salud por el mercurio, el cadmio y otros metales pesados que contienen, además de que tardan 20 años en desintegrarse.
Pese a esta información, la legisladora integrante del grupo parlamentario de Morena destacó que en Michoacán no hay datos estadísticos exactos que refieran la cantidad de pilas o baterías que son desechadas en los rellenos sanitarios, aunado a la ausencia de medidas especiales para la desintegración de las mismas.