Zamora, Michoacán.- En entrevista con Monseñor Javier Navarro Rodríguez, Obispo de la Diócesis de Zamora, a sus 17 años de llegar a esta labor religiosa, comentó que para la iglesia de Dios nadie es indispensable en esta Diócesis que tiene 160 años.
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El religioso señala que el trabajo en la labor de los obispos es importante que cada uno actúe como sucesor y dar continuación a los trabajos que cada uno deja.
Mi llegada como décimo obispo zamorano significa que vendrán muchos más, y lo importante que cada uno que llegue actúe como sucesor, tratando de no replicar lo que hizo el anterior como si fuéramos un sistema político o una ideología política en la que hay que hacer continuidad a lo que el otro dejó
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Agregó que la sucesión apostólica la tienen todos los obispos católicos en el mundo entero en cuanto continuación de la obra de los apóstoles adaptándolo a este espacio.
En sus 17 años ha ordenado 160 sacerdotes, han salido cinco obispos de Zamora, dos auxiliares, dos sin ser auxiliares y uno de ellos a sido promovido para ser Arzobispo de León, Guanajuato lo que le da la creencia de que eso habla bien de una iglesia que tiene frutos de exportación de sacerdocio y obispos y no solo se trata de tener sacerdotes que abastezcan las necesidades de la Diócesis.