Morelia, Michoacán. (OEM-Infomex). - La falta de arquitectura urbana incluyente, la poca cultura de inclusión y la carencia de medios de transporte adaptados en Morelia, son los principales factores que dificultan la movilidad de las personas con discapacidad, lo que complica su vida diaria y la realización de sus actividades personales.
En el marco del Día Internacional de la Discapacidad, El Sol de Morelia charló con tres expertos en el tema, quienes coinciden que la capital michoacana se encuentra atrasada en el tema de inclusión urbana.
Sin movilidad para discapacitados, se vulneran los derechos humanos
Ana María García, directora del Centro de Recursos e Información de Educación Especial (CRIEE), confirmó que a pesar de las acciones que se han realizado desde las instituciones gubernamentales, en Morelia la infraestructura para personas con discapacidad es insuficiente para cubrir la necesidad real.
“Los primeros cambios que vimos para la inclusión fueron en el centro, pusieron rampas y acomodaron las banquetas, pero no solo Morelia es el centro, hay muchas calles que no cuentan con estas especificaciones, por lo que la mayoría de las personas con discapacidad aún se enfrentan con obstáculos”.
Refiere que al menos el 7% de la población moreliana vive con alguna discapacidad física, mental, intelectual o sensorial, lo que representa que al menos 70 mil habitantes de la ciudad, junto con las personas que los acompañan, sufren por no poder moverse libremente.
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“Es una situación grave la falta de accesibilidad, ya que muchas veces, aunque haya rampas o demás adecuaciones, no son ideales, y los que llevan las sillas o acompañan a los discapacitados, tienen que arreglárselas para subir por rampas demasiado inclinadas, o reducidas, lo que ocasiona más complicaciones y pone en riesgo la salud de los dos, acompañante y acompañado”, puntualiza la directora.
Acepta que falta mucho trabajo en la ciudad, pero que no solo en la calle se deben hacer los cambios, sino dentro de las mismas instituciones gubernamentales o cualquier tipo de establecimiento. El hecho que no pueda entrar una persona discapacitada a cierto lugar por no tener las instalaciones necesarias, representa una negación del derecho humano del libre tránsito:
“Nosotros capacitamos a las instituciones de gobierno, exhortándolos a instalar rampas, baños adaptados, letreros en braile para personas ciegas, algún intérprete para que realicen los trámites que requieren, entre otras necesidades. Pero estas herramientas deben de existir en cualquier lugar, ya que, al negar la entrada o un servicio a una persona por contar con alguna discapacidad, se coaccionan los derechos humanos, por lo que impides que la persona se desarrolle totalmente en su vida diaria”.
Sociedad sin cultura de la inclusión
Celina Hernández, directora de la Asociación Michoacana de Deportistas con Parálisis Cerebral (AMDPC), ha trabajado con atletas discapacitados a nivel internacional. Gracias a ello se ha dado cuenta que en la sociedad falta una cultura de inclusión: “Cada vez que hay evento con los atletas discapacitados es un gran conflicto desplazarse por las calles; aunque la verdad no hay casi rampas y están mal hechas las banquetas. Muchas personas se aprovechan y modifican la acera para que entren sus coches o amplían sus cocheras, y esto hace que uno se tenga que bajar a la calle y arriesgar la vida del que va en la silla y de quien lo lleva”, afirmó la presidenta.
Como parte de su labor de acompañamiento a los atletas, dice que muchas veces ha tenido que entrar en conflicto con quienes no respetan los lugares designados para las personas con discapacidad.
“La verdad es que la gente no cuenta con esa conciencia y cuando le dices que respeten, hasta se enojan, algunos se sienten dueños de la calle y no es hasta que ven una silla que se hacen los preocupados, como si les importara. Es una lucha constante contra la gente que no entiende”.
La titular de AMDPC asegura que las autoridades son las responsables para arreglar esta situación, siendo necesario aplicar las leyes ya establecidas para lograr la inclusión urbana integral. “La responsabilidad es de las autoridades, deben de hacer valer las leyes que ya existen, que se multe a quien se tenga que multar, que no se permita la modificación de las banquetas, que todos los establecimientos cuenten con las adecuaciones pertinentes, pero esto debe iniciar desde el gobierno, porque es la forma que se puede lograr un cambio real”.
Movilidad y participación integral del discapacitado, la meta a seguir
Jorge Enríquez, coordinador de terapias del CRIT Michoacán, dice en entrevista que la movilidad de las personas con discapacidad es una de los objetivos más importantes dentro del tratamiento del paciente en ese centro. Si un individuo discapacitado se desplaza a su conveniencia y placer, se logra la inclusión y participación del mismo dentro de la sociedad.
Explica que al menos son cuatro factores que influyen en el rango de movilidad de un discapacitado: arquitectura, materiales de apoyo, capacitación y sociedad.
“La arquitectura adaptada de un lugar es muy importante; el contar con una infraestructura para personas discapacitadas facilita las cosas, sin embargo, se requieren los materiales de apoyo necesarios, tal como muletas, silla de ruedas, bastones o andaderas que sean aptas para el paciente, puesto que sin ellas, aunque existan todas las construcciones necesarias, será imposible para el individuo desplazarse.
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“Por otro lado, es necesario capacitar al usuario o a los acompañantes para utilizar estas herramientas de desplazamiento, porque si no se conoce cómo manipularlas, complicará aún más la tarea”.
Existen pacientes que no pueden acudir a sus terapias en el CRIT por no contar con los medios adecuados: “El que no puedan desplazarse solo nos da a conocer que tampoco van al cine o al teatro, porque no pueden desarrollarse libremente como las personas convencionales. Esto los aísla de la sociedad, evitando que participen diariamente de ella y eso es exactamente lo que buscamos, incluir a todos los discapacitados dentro del día a día regular. Pero sin estos factores a favor, es complicado que se permita la participación de las personas con discapacidad.”