Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Después del secuestro de su compañero Guillermo Saucedo, los comuneros de la región de Villa Madero se reorganizaron para impedir el avance de los daños ambientales que genera la producción de aguacate.
Por sus propios medios y riesgos los pobladores actúan para detener la explotación de agua subterránea que, de acuerdo con Julio Santoyo, activista de esta región, los pozos profundos comienzan a aparecer debido a la escasez de agua superficial.
“Hasta ahora los aguacateros venían construyendo sendas hoyas de agua para regar las huertas, pero nunca se han detenido en la tala de bosques que procuraban humedad y escurrimientos. Ya no hay abasto suficiente para tantas huertas de aguacate, por eso ahora quieren el agua del subsuelo”, explicó el ambientalista.
Aunque no tienen un censo real de los pozos que han surgido, Santoyo explicó que los comuneros se organizan para identificar dónde hay perforaciones nuevas y exigir que se muestren los documentos de concesión.
El fin de semana pasado, en una zona serrana entre Madero y Etúcuaro, habitantes de al menos cinco comunidades acudieron para exigir los documentos que autorizan la perforación, los cuales nunca fueron mostrados y la empresa que hacía los trabajos comenzó a desmantelar la torre de perforación para retirarse.
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“Hay otros tres pozos al poniente de Madero, entre huertas de aguacate, a donde también asistirá la asamblea de las comunidades para pedir que exhiban los documentos de exploración de aguas profundas, y si no los tienen, comenzar a impugnar estos permisos”, advirtió el vocero de los ejidatarios y comuneros.