Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- La contaminación del río Cupatitzio en el municipio de Uruapan continúa como un problema grave que no ha podido detenerse a pesar de que al menos en las últimas dos décadas, expertos en medio ambiente han alertado sobre el fenómeno que desemboca en el parque turístico La Tzaráracua, uno de los principales atractivos para el turista nacional e internacional.
La Red Mexicana de Cuencas ya advertía que el caudal tiene un gran deterioro ambiental, “ya que recibe contaminantes de tres tipos principales: los asentamientos humanos, los industriales y los derivados de los procesos agrícolas, que en los últimos 10 años se han acentuado drásticamente por el cultivo de aguacate, con una pérdida de la cubierta vegetal de más de 3 mil hectáreas anuales”.
Te podría interesar: Brigadistas intentan controlar incendio forestal en cerro de La Cruz
La regidora en el área de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del municipio, Fabiola Contreras, acepta en entrevista que esta reserva natural cuya cascada resulta espectacular para los visitantes ha sufrido procesos de contaminación que no fueron atendidos por pasadas administraciones, aunque ahora, afirma, en el Plan de Desarrollo Municipal ya se contemplan acciones puntuales para combatir las prácticas que lo originan.
Lo primero que han implementado son campañas de concientización ciudadana para que no se tiren desechos en las áreas cercanas, pero también van a procurar que se echen a andar las plantas potabilizadoras del municipio para tener una mejor captación de los residuos.
Las principales fuentes de contaminación provienen principalmente del lado sur de la ciudad, dice la regidora, pues achaca que en otros gobiernos locales fallaba constantemente el servicio de recolección de basura, por lo que algunos habitantes simplemente sacaron sus bolsas a las orillas del río.
De acuerdo al reglamento municipal, las sanciones por contaminar las áreas naturales van desde amonestaciones hasta multas por mil salarios mínimos, así como reparación del daño ecológico y clausura en el caso de que un negocio sea la fuente nociva. También se contempla el arresto administrativo hasta por 36 horas por desacato, y si hay reincidencia, todas las multas se elevan al doble.