Huetamo, Michoacán.- Huetamo es un infierno. El municipio de Tierra Caliente, en Michoacán, enfrenta su peor crisis en décadas por la ola de calor, siendo a nivel nacional el tercer municipio con más altas temperaturas, las cuales han llegado a los 45 grados.
La situación empeoró con la explosión en la subestación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que dejó sin energía eléctrica a 55 mil habitantes y peor aún, sin otros servicios de que dependen de ella como el suministro de agua potable.
"El agua, al no tener energía, pues no podemos extraerla de las profundidades, de los pozos profundos que tenemos aquí", explicó el presidente municipal Pablo Estrada.
A más de 200 kilómetros de distancia de la capital del estado, Huetamo vio a su gente derretirse. Sin aire acondicionado, ventiladores, ni hielos, la región sobrevivió de milagro.
Alexis Varela, presidente de la Cruz Roja local, reportó que el número de casos por deshidratación y enfermedades gastrointestinales se incrementó considerablemente.
"Ha sido como un 20 por ciento; la mayoría ha sido por deshidratación no severa", dijo.
Sin embargo, la muerte también se ha hecho presente en el municipio más seguro de Michoacán.
Contrario al discurso oficial del gobierno de Michoacán, quienes no contabilizan decesos, el alcalde confirmó que al menos una veintena de personas han perdido la vida por asuntos relacionados al calor.
"Sí, sí hay decesos; yo no puedo andar ocultando cosas. Es lamentable las pérdidas que hemos tenido en estos momentos por las olas de calor en las personas de la tercera edad (...) De la época más fuerte aquí en Huetamo, que empezamos de marzo hacia acá, que son las temperaturas más altas; sí llevamos un número arriba de 20 personas", admitió.
Otras pérdidas son las económicas. Zuleyma Hernández tiene una paletería en la plaza central que, por los apagones constantes, cerró varios días. Si bien, intentó mantener el servicio, que es un oasis en pleno desierto por la venta de helados, nieves y aguas frescas, "nos salía bastante cara la renta de los generadores", comentó.
"La renta por día nos estaba saliendo en 600 pesos, aparte se llenaba con 600 pesos de gasolina que duraba aproximadamente ocho horas", recordó.
Por ende, la falta de refrigeración en sus productos propició que se echaran a perder y las pérdidas, a grandes rasgos, superen los 10 mil pesos por día.
Situación similar enfrentó Diana Maritza, una mujer dedicada a la venta de comida rápida. Tuvo que bajar las cortinas de su local por cuatro días pues los alimentos que preparaba e insumos, no soportaban el calor, además que sus aparatos electrodomésticos no soportaron los apagones constantes.
"Tuvimos cuatro días que no había luz ni agua, no había forma de conseguir hielo (...) hubo muchos apagones. Yo creo que más de unas mil veces, de verdad, se fue la luz. O sea, llegaba y se iba, y en varios negocios se les descompuso un 'refri' y a nosotros sí nos estaba fallando", indicó.
Para enfrentar la crisis, la autoridad local ha desplegado pipas con agua, mientras que la Secretaría de Educación del Estado anunció la suspensión de clases por el resto de la semana.
El servicio de energía eléctrica ya se restableció en la cabecera municipal mientras que en las comunidades se mantiene con bajo voltaje.
Para la madrugada de este viernes, la Comisión Federal de Electricidad alista un nuevo "apagón" por un par de horas para continuar con los trabajos de reparación en la subestación.