Morelia, Michoacán.- En los panteones la fiesta está por comenzar. Son casi las cuatro de la tarde y el olor a cempasúchil impregna cada rincón. La gente se prepara para recibir a sus difuntos este 2 de noviembre, la Noche de Muertos, pues llevan flores, bebidas y comida a las tumbas.
En Santa Fe de la Laguna, comunidad en Quiroga, la casa de María Salud Ramírez, conocida como "Mamá Coco", recibe a turistas y visitantes. No cobran para entrar a la casa y dan de comer pozole y atole a los que llegan. Hay extranjeros, youtubers, de todo un poco. Hay una figura representativa del personaje de la película y detrás la foto de la señora purépecha que murió en octubre del año pasado a los 109 años.
La carretera está despejada. Kilómetros más adelante, San Francisco Uricho, en Erongarícuaro, llegan las mujeres y hombres a adornar las tumbas; una de la señoras dice que el color amarillo de las flores es para darle luz a las almas. Hay un arco distintivo de 20 metros de altura que simboliza la bienvenida de las almas.
En Jarácuaro, es más discreto, pero con el mismo entusiasmo. Llevan coronas, flores y veladoras. Pese al viento, la luz no se apaga, se mantiene. Las personas disfrutan de la música y las bebidas. No importa que sea miércoles, la gente celebra a sus muertos.