Puruándiro, Michoacán-(OEM Infomex).- Puruándiro es el primer municipio en Michoacán que opera el programa federal denominado “Puerta Violeta”, pese a que el Gobierno de México no les apoya con recursos económicos, el ayuntamiento conformó un equipo interinstitucional que hasta el día de hoy permanecía en el anonimato, informó Belinda Iturbide Díaz, presidenta municipal.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra Mujer, Puruándiro celebra un año de tener su Puerta Violeta, pese a que el municipio no tiene alerta de género y que no cuenta signos de alarma de violencia entre la población.
“Puerta Violeta” ayuda a las mujeres que están en riesgo, debido a la violencia de las que son víctimas, por lo cual reciben atención integral que consiste en: asesorías legales; psicológicas; de trabajo social, médica y de albergue temporal.
En entrevista, la alcaldesa mencionó que Puerta Violeta de Puruándiro es la segunda que se abrió en el país y después de ésta fueron instalándose otras nueve en México, siendo la de Michoacán un caso de éxito para el gobierno federal.
Desde el 08 de noviembre del 2019 que se abrió en Puruándiro la Puerta Violeta se han atendido en total 226 mujeres, de las cuales 33 casos quedaron en expediente, de ellos, 23 fueron asesorías médicas y psicológicas; y 10 procesos legales, informó la presidenta.
Según Iturbide Díaz, de las asesorías jurídicas, ocho han procedido como demanda ante el ministerio público y dos fueron desechadas porque las víctimas prefirieron retirar cargos de último momento.
La Puerta Violeta se encuentra dentro del ayuntamiento de Puruándiro, en un área abandonada que fue usada para Barandillas; las dos celdas fueron acondicionadas para atención psicológica; otro cuarto sirve como recamara y también hay baños con regaderas.
“En una parte que usábamos como cuarto de tiliches lo acondicionamos; las mismas mujeres que conforman el equipo hicieron limpieza y pintaron para crear un ambiente agradable”, explicó la munícipe.
Puede interesarte: En línea, Congreso Internacional Mujer y Poder
El equipo de trabajo está conformado por tres abogadas; tres psicólogas; dos trabajadoras sociales; dos médicos, de los cuales uno es la presidenta municipal; dos policías y una persona que se encarga del aseo, enumeró la alcaldesa.
“Todas fuimos capacitadas por personal de México para poder tranquilizarlas y ofrecerles una red de apoyo”, comentó.
Debido a que el ayuntamiento de Puruándiro no cuenta con los recursos económicos para sostener el personal, las colaboradoras son parte de las instituciones municipales como el Instituto de la Mujer y el DIF municipal en coordinación con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), así como el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF).
“Trabajan en las áreas que les corresponden y son las mismas que atienden la Puerta Violeta sin cobrar salario adicional, pese a que tienen guardias por la noche porque el servicio integral es de 24 horas por siete días a la semana”, sostuvo la presidenta.
El personal de 13 mujeres está dividido en tres horarios: matutino, vespertino y por la madrugada. Las guardias de la madrugada están atentas y cuando llega una mujer a tocar la Puerta Violeta es recibida por la policía y ésta le llama inmediatamente a la especialista que requiera según el caso que presente la víctima, dijo la presidenta.
En ese sentido, Reyna María Ortiz Contreras, trabajadora social destacó que las mujeres pueden quedarse en las instalaciones de Puerta Violeta que se encuentra en el ayuntamiento hasta dos días, sin embargo, en caso de requerir más tiempo, el programa tiene una casa denominada de “Transito” que les recibe hasta por siete días.
Ortiz Contreras narró que la “Casa Transito” se abrió tres meses después de Puerta Violeta y se trata de un inmueble que fue acondicionado con muebles que el ayuntamiento donó, así como el edificio que es prestado.
En la “Casa Tránsito” las mujeres duermen y reciben víveres para que puedan elaborar sus propios alimentos en la cocina del lugar, con lo cual se distraen y pueden interactuar con otras compañeras en similar situación, comentó la trabajadora social.
“La Casa Transito tiene hasta tres mujeres juntas y hay días que está solo el inmueble; lo ideal es que nunca sea utilizado”, sostuvo.
Te recomendamos: Urgen servidores con perspectiva de género: CEDH
Rocío Janeth García Arredondo, abogada explicó que, durante la pandemia en el Instituto de la Mujer, así como en Puerta Violeta creció hasta 300 por ciento la atención, lo mismo sucede en fechas festivas como fin de año.
“La violencia más común es la física y psicológica; en total se trata de violencia extrema con intención a quitar la vida; le sigue la violencia económica y sexual”, destacó la abogada.
García Arredondo destacó que existe una Red de Apoyo en Puruándiro, la cual está conformado por 22 mujeres que se encuentra en distintas colonias y 34 en comunidades, cada una comprometida para brindar apoyo inmediato a las mujeres violentadas y canalizarlas a la Puerta Violeta.
“La finalidad es que no haya violencia de género en el municipio; una vez que reciben apoyo, sus agresores le bajan porque saben que no están solas y que cuentan con el apoyo de una red de mujeres expertas, por eso es un éxito el programa”, opinó.
Además, Puerta Violeta cuenta con una Tienda Violeta que está a cargo de DIF municipal y ayuda a madres solteras con despensas a bajo costos; cada mes entregan 200 despensas con la intención de apoyar a otro sector vulnerable de la población, mencionó Cinthia Liliana Rodríguez, abogada.
“De no tener nada hace un año que empezamos de cero, Puerta Violeta se ha consolidado como un proyecto de éxito ante la federación, de tal forma que nos invitan a otros municipios para capacitar”, comentó la abogada.
Finalmente, Rodríguez destacó que el 90 por ciento de las mujeres que atienden, sus maridos tienen problemas con las drogas, principalmente de alcoholismo y por el consumo de cristal; dos por ciento son mujeres que requieren tratamiento de adicciones, quienes por su misma condición de violencia son presas fáciles para las drogas.
TESTIMONIO ANÓNIMO
Una madre de aproximadamente 30 años de edad con sus tres hijos llegó por la noche a la Puerta Violeta, en el mes de mayo de 2020, fue recibida por la policía y desde el primer momento se le invitó a pasar al dormitorio para que los pequeños descansaran mientras la mamá recibió atención psicológica.
“Llegue a Puerta Violeta porque no tenía una red de apoyo, ya que no soy originaria de Puruándiro y mi esposo me golpeaba, me dijeron que en este lugar me iban a ayudar y me ayudaron a solucionar mis problemas y poner la demanda en contra de mi marido”, explicó en testimonio la víctima.
Sigue leyendo: Morelia: detienen a hombre por violar a su esposa
Debido a que no tenía recursos económicos, en Puerta Violeta les entregaron comida, ropa y un lugar para dormir, donde permaneció durante el proceso que duró la demanda y mientras se contactó con familiares donde se encuentra su familia cercana.
“Es una alternativa para las mujeres que no tenemos apoyo; nos ayudan a no permitir más maltratos y alzar la voz”, expresó la testigo anónima.
