Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Los trabajadores del hotel Virrey de Mendoza, propiedad del empresario Ramón Toca Treviño, cumplirán tres años de estar en paro laboral, luego de que el 19 de marzo de 2019 decidieran manifestarse en contra de que la gerencia retuviera las propinas que dejaban los clientes y turistas.
A partir de entonces, el conflicto ha ocasionado la falta de ingresos para su plantilla laboral, pero también pérdidas económicas incalculables para los propietarios, quienes cerraron sus puertas desde marzo del 2021, lapso en el cual no se le ha dado mantenimiento al edificio construido en 1744, que posee en su interior mobiliario y obras de arte que podrían sufrir un deterioro por cuestiones como humedad, entrada de polvo o presencia de insectos y animales rastreros.
Entrevistado por este medio, el representante laboral de los 21 trabajadores que permanecen en huelga, Arturo Ibarra Dávalos, indicó que el caso sigue atorado en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA) donde poco se ha avanzado en las pretensiones de los afectados, quienes hoy en día ya ni siquiera esperan la reinstalación de sus puestos de trabajo, sino que solamente se liquide conforme a derecho, considerando su respectiva antigüedad, así como un año de sueldos caídos.
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Luego de pleitos legales, los empleados lograron la titularidad del contrato colectivo de trabajo y por ende el emplazamiento a huelga, pero una vez que estalló, la Confederación Obrera Revolucionaria (COR) a través de su líder Rafael Alzate Núñez, volvió a exigir la misma titularidad, a lo que le dio entrada la JLCyA, pese a que se incluían a supuestos empleados del hotel que nunca habían laborado.
Dese entonces, no hay una resolución definitiva sobre quiénes son los titulares. El abogado laboral explica que incluso si la Junta decidiera otorgarla de nuevo a los empleados en paro, la parte patronal puede interponer un amparo y seguir empantanando el caso. “La JLCyA ya propuso el recurso de liquidar a los trabajadores, pero los patrones no han dado acuse de recibo, por lo que no sabemos qué va a suceder”.
Pablo Cortés, uno de los trabajadores que pernocta todas las noches en el portal afuera del Virrey de Mendoza, dice estar confiado en ver la luz al final del túnel. Por lo que sabe, la parte patronal podría acceder a liquidarlos y eso sería la conclusión del problema. Relata que el paro lo iniciaron más de 43 compañeros, pero tras estos años solo quedan activos 11 hombres y 10 mujeres. Los demás, dice, “se conformaron con una liquidación por debajo de lo justo”.
Al igual que él, sus colegas han tenido que buscar trabajos eventuales, principalmente en restaurantes, pero al ya de por sí panorama complejo se sumó la pandemia, que ha ocasionado el cierre intermitente de negocios y por lo tanto la escasez de trabajo. Y ni hablar de prestaciones: tras el conflicto, dijeron adiós al Seguro Social y al Infonavit.
No hay petición de mantenimiento: INAH
Pedro Garnica, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), apuntó en entrevista que cualquier trabajo de mantenimiento al interior o exterior del edificio que alberga al Virrey de Mendoza debe contar con la autorización de la instancia, pero a la fecha no se les ha solicitado. Solo con esa acción se podría calcular el costo de las reparaciones y evaluar posibles pérdidas totales de pinturas, esculturas y mobiliario.
