Niños campesinos migrantes, un reto educativo

Según la Secretaría de Educación de Michoacán, solo 600 alumnos jornaleros cursaron el ciclo 2020-2021 en el estado

Gabriela Serralde | El Sol de Morelia

  · lunes 8 de noviembre de 2021

Foto: Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Aproximadamente existen en el país 300 mil menores de edad, hijos de jornaleros agrícolas migrantes; sin embargo, solo un 15 por ciento de ellos reciben educación escolar.

En Michoacán, el reporte oficial de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE) indica que solo 600 alumnos bajo esta condición cursaron el ciclo 2020-2021.

Esta cifra en la entidad representa dos terceras partes de la matrícula que se registró antes de la pandemia, ya que solían atender hasta 900 alumnos. Sin embargo, para las dependencias educativas continúa siendo un reto la educación migrante, pues a pesar de los programas implementados también resulta complicado atenderlos como un grupo regular.

La SEE define a un niño jornalero migrante como un menor cuyo padre o tutor es un trabajador agrícola que se traslada continuamente de una localidad, municipio o estado sin poder “respetar” o considerar un periodo lectivo o ciclo escolar de manera regular, lo cual tiene una consecuencia real en el aprendizaje del niño.

En entrevista exclusiva, el coordinador general de Planeación Educativa, Iván Barrales Alcántara, indicó que en Michoacán hay 40 centros que atienden a este sector en 11 municipios como son Coahuayana, Jacona, Los Reyes, Morelia, Parácuaro, Tanhuato, Tepalcatepec, Tocumbo, Uruapan, Yurécuaro y Zamora.

Estos centros están enfocados en atender la educación básica, distribuidos de la siguiente manera: 16 centros para preescolar que atienden a 130 alumnos, 17 en primaria con 270 estudiantes y 10 en secundaria con 200 adolescentes.

De acuerdo con Barrales Alcantará, en Huetamo, Tacámbaro y Turicato también se tiene la presencia de 28 servicios a través del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), el cual brinda educación y atención en zonas marginadas o con rezago social.

“Son cifras perceptibles, no es lo mismo hablar de un millón 200 mil alumnos que se encuentran matriculados en el sector educativo michoacano, que de niños jornaleros migrantes porque están en constante movimiento y los datos se modifican constantemente”, dijo Barrales.

Clases en medio del campo

El funcionario precisó que las actividades son impartidas por asesores técnicos pedagógicos quienes cuentan con una preparación de escuelas multigrado, es decir, que durante una jornada regular de actividades académicas, pueden tener en el mismo salón a alumnos de distintos grados educativos.

Sin embargo, aunque Conafe cuenta con instalaciones en medio de los campos agrícolas para impartir las clases, los centros en los 11 municipios antes mencionados consisten en una oficina, un espacio municipal o al aire libre en medio del sembradío, detalló el coordinador.

Al preguntar cuánto tiempo le toma a un niño jornalero migrante terminar sus estudios en comparación a quien cursa la escuela de forma regular, Iván Barrales subrayó que es complicado tener una estadística por su movilidad, pero se puede deducir que los niños concluyen sus estudios con mucho retraso.

Finalmente, explicó que el programa Atención a Alumnos de Hijos Jornaleros Migrantes trabaja en coordinación con el DIF estatal y con el de los municipales, sin embargo, debe ser un tema con mayor sensibilización por parte de los gobiernos.