Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Lo primero que advierte es que "no va a detenerse". Camina hasta atrás del contingente y aunque no es el foco de atención en el que se aglutinan camarógrafos y reporteros, su historia también es la de una madre más que ha perdido contacto con su hija.
Reyna Cortés Rocha se sumó a la marcha silenciosa del colectivo Padres y Madres sin Custodia para exigir que ya acabe la tortura de no poder estar con su niña.
Tras la separación con su ex pareja, relata que desde hace tres años comenzó un proceso legal en el que el padre ha ganado la custodia provisional y ella se ha tenido que conformar con ver a su hija en los centros de convivencia.
A causa de la pandemia por Covid-19, estos encuentros quedaron suspendidos y ha tenido que conformarse con tener videollamadas esporádicas y limitadas.
"Desde hace ocho meses yo no veo a mi hija, con la contingencia lo agarró como pretexto para no permitirnos ver a los niños, pero lo que es lamentable es que sí los pueden traer en la calle conviviendo con otras personas y teniendo sus actividades normales".
Expone que ha presentado ante el juzgado videos donde la niña refiere que sí ha salido a la calle durante este tiempo; sin embargo, acusa que no se han tomado cartas en el asunto por parte de los jueces.
Por otra parte, puntualiza que los argumentos que ha presentado la contraparte para quedarse con la custodia de la niña, van desde acusaciones de "que estoy loca, que soy una mala madre, que vivo en un terreno baldío y que no tengo la capacidad".
No obstante, Reyna Cortés Rocha compartió a El Sol de Morelia los dictámenes psicológicos donde se descartan y niegan dichos señalamientos.
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Para tratar de hallar una respuesta, la madre de 33 años de edad considera que no hay otra más que la corrupción, abogados que "se vendieron a la contraparte y descuidaron el expediente".
Pide que los abogados simplemente dejen fluir el Derecho y vean el fondo del asunto, mientras que de la sociedad espera una mayor sensibilidad y que los papás que están viviendo una situación similar, se atrevan a levantar la voz para que no se violenten sus derechos.
Pese a todo, dice que espera que todo el procedimiento jurídico, donde se incluyen terapias para ambos padres, concluya lo antes posible. Todo queda en manos del juez.
Cuando habla por medio de la tecnología con su hija, asegura que ésta le expone el deseo de volver a casa y eso, afirma es lo que le ha hecho resistir todo este tiempo. Insiste en que no va a parar porque califica como inadmisible que la mejor etapa de los niños se vaya en un proceso legal dentro de un juzgado.
Así, en silencio, con pancartas y peluches, Reyna Cortés acompañó al contingente de más de 40 padres de familia, quienes, con una situación similar, desde Palacio de Gobierno y hasta el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán (STJEM) marcharon en exigencia de volver a ver a sus hijos.
