Morelia, Michoacán (OEM-Infomex). – El médico forense que practicó la necropsia al cuerpo de Jessica González Villaseñor acreditó la presencia de 31 golpes presuntamente infringidos por Diego Urik, por lo que concluyó que hubo crueldad en este feminicidio cometido en septiembre de 2020 en Morelia.
En el desahogo de prueba anticipada que se realizó la noche de ayer martes, el profesionista que optó por reservar su identidad también refirió que la muerte de la joven maestra no fue instantánea, además de dar detalles de cada una de las lesiones infringidas, mismas que la dejaron con el rostro desfigurado y la causaron inflamación cerebral.
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El testimonio del médico fue solicitado por el Ministerio Público como una prueba por anticipado al juicio, dado que el galeno informó que cambiará su residencia para vivir en otro país por motivos académicos.
A la audiencia asistieron el padre, la madre y el hermano de Jessica, tres abogados defensores, el propio Diego Urik, quien está preso desde el año pasado, así como la agente del Ministerio Público y la representante de la defensoría jurídica.
En su relato, el perito informó que realizó la necropsia de ley el 25 de septiembre de 2020 dentro del Servicio Médico Forense, momento en que el cadáver aún no era identificado. De acuerdo a sus cálculos, al momento de esta prueba la muerte de Jessica podría haber ocurrido con dos o cuatro días de anticipación, por lo que ya había presencia de larvas.
Ante los cuestionamientos del MP, el excolaborador de la Fiscalía General del Estado (FGE) se refirió a los distintos hallazgos que verificó, caracterizados por escoriaciones y moretones en prácticamente todo el cuerpo de la víctima: cabeza, cara, cuello, abdomen, piernas, glúteos, nariz, clavícula, boca, espalda y a unos centímetros de la vagina. El cuerpo de Jessica fue encontrado en un predio al sur de la ciudad con un suéter y un brasier como únicas prendas, además de un reloj de manecillas.
El MP solicitó al juez le permitiera mostrar una serie de 19 fotografías para acreditar la crueldad a la que fue sometida la víctima, lo que fue aceptado, pero sin la presencia de medios de comunicación, para conservar el derecho a la dignidad humana.
La defensa de Diego Urik intentó encontrar contradicciones en el testimonio del perito, sobre todo al contrastar sus dichos con lo escrito en el dictamen, además de enfrascarse en cuestionamientos sobre el método científico utilizado.
La comparecencia podría ser tomada en cuenta como prueba testimonial una vez que comience el juicio, el cual se encuentra postergado debido a dos amparos interpuestos por la defensa de Diego.
Jessica González Villaseñor desapareció el 21 de septiembre de 2020 y su cuerpo fue hallado cuatro días después en un terreno baldío cerca de Bosque Monarca, al sur de la capital michoacana. Su presunto asesino, Diego Urik, fue aprehendido el 30 de septiembre, a partir de lo cual se le vinculó a proceso.