LÁZARO CÁRDENAS, Mich. (OEM-INFOMEX).- El primer destino de playa durante muchos años en Michoacán, sufre su incipiente desarrollo que deja colonias hasta en la carencia de servicios básicos; las aguas negras no tienen rumbo, la planta tratadora no funciona. El suministro de agua es ajeno al órgano operador municipal. Se quedó con la promesa de Pueblo Mágico que ofreció el entonces gobernador Leonel Godoy Rangel. Y con la construcción de un Bulevar Playero inconcluso que se corta antes de llegar al destino turístico.
Hilario Chavarría García es el jefe de tenencia por segunda ocasión de Playa Azul, la primera vez fue en 1992 y él ha sido testigo de la falta de servicios básicos que ha ido de más a menos. “Hay carencia de alumbrado público, agua potable y las calles están deterioradas en sus tres puntos principales; además del malecón; la Venustiano Carranza; Francisco I. Madero; la Justo Sierra e Independencia”, señaló.
No obstante destacó que no se quedan de brazos cruzados y el próximo 25, 26 y 27 de octubre celebrarán como desde hace 25 años, la Expo-tortuga, máximo evento para atraer el turismo. Intentaron crear la Expo Coco, pero sólo tuvo tres ediciones por falta de recursos económicos, ya que todo ha sido a iniciativa de los lugareños.
Con nueve mil habitantes, la tenencia más antigua del municipio de Lázaro Cárdenas hoy espera que la cuarta transformación, eje del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, rescate su sueño, cuando era “Playa Prieta”, bautizada así por sus primeros pobladores hace 95 años. Con el paso del tiempo cuentan los habitantes que el general Lázaro Cárdenas del Río, visionariamente y con el propósito de impulsar esta región de la Costa michoacana como un importante destino turístico nacional e internacional, cambió el nombre de Playa Prieta a Playa Azul.
Sin embargo, este es un proyecto truncado, puntualizó Cándido Segura Arreola, quien nació aquí hace medio siglo y hoy considera que con administración participativa podrían reencontrar el rumbo del desarrollo, toda vez que los últimos recursos del fondo minero fueron redireccionados a la tenencia más cercana, a cinco kilómetros, La Mira, donde recientemente inauguraron una gran unidad deportiva.
“Supuestamente que venía el fondo minero aquí para la Unidad Deportiva, que se iba a remodelar; antes era todo del ejido y ahora es del gobierno del estado, y que sin escrituras a favor del municipio no le puede invertir el gobierno federal a la plaza, que por eso desviaron el recurso para La Mira, que si no, se iba a regresar el dinero a la federación”, recordó Segura Arreola.
En esta comunidad playera tampoco hay drenaje pluvial,
ahorita llueve tantito y queda todo encharcado. De igual manera no hay destino para captar las aguas negras, éstas van a parar a los esteros, porque las descargas se dirigen a una planta tratadora que tiene bastante tiempo obsoleta
A 26 kilómetros de distancia de la cabecera municipal, la población económicamente activa de Playa Azul se agrupa en tres sectores: comerciantes, hoteleros y enramaderos, estos últimos influyen en las decisiones de la comunidad que cuenta con mil 100 casas.
Aquí, a lo largo del litoral del Océano Pacífico se localiza un centenar de enramadas, de las cuales están abandonadas 20. Sólo hay para hospedarse siete hoteles y cuatro casas huéspedes, más la plaza principal donde cada temporada acampan cientos de vacacionistas, de los conocidos como loncheros.
El costo de la vida es alto, consideró la mesera Hortencia Gómez, ya que muchos de los artículos de primera necesidad son adquiridos en la ciudad porteña. Mientras la movilidad dentro de la tenencia es por medio de motonetas adaptadas con cabina para dos pasajeros y para salir a la ciudad se trasladan en colectivo a través de combis cuyo costo es de 20 pesos.
Los centros educativos están limitados a un Jardín de Niños del DIF, Belisario Domínguez, una Escuela Primaria Urbana Federal, Lic. Benito Juárez; la Secundaria Técnica 33. Y este año, tras muchas gestiones el ejido donó el terreno para un telebachillerato que servirá para que no tengan que salir fuera de localidad a estudiar.
La falta de alumbrado público en las colonias populares pone en riesgo la seguridad de sus habitantes, quienes tienen que cruzar la comunidad para llegar a las instituciones educativas que están en el Centro de la tenencia, señaló Gabino Pérez Arroyo, presidente de la colonia popular Fraccionamiento Barra de Pichi.
Dijo que por ello buscan una extensión del jardín de niños; de la primaria y telesecundaria por lo cual habilitaron provisionalmente con clave de otras escuelas con una infraestructura que no responde a la demanda de servicio, es decir, “escuelas de palitos” con 50 niños, todos del referido fraccionamiento.
Hay centro de salud y tres médicos de la localidad que ofrecen sus servicios particulares a los nueve mil habitantes, quienes pese a todos los atrasos y el despropósito de las administraciones gubernamentales para integrar a esta comunidad al desarrollo del país, ellos continúan su andar porque saben que algún día llegará aquí la cuarta transformación, “ya nos toca”, señala Sandra Luz Torres, primera jefa de tenencia de Playa Azul.