La capital de Michoacán está convertida en punta de lanza en la creación de iniciativas innovadoras, creativas, que pretenden responder a las nuevas tendencias de consumo y hacer frente a la reglamentación para eliminar de manera paulatina productos de plástico de un solo uso. En la industria del plástico surgió una nueva línea de producto: popotes de papel, 100% biodegradables y compostables.
Después de varias pruebas, análisis de materias primas y de la reglamentación existente en México, hace un año se creó Blu'um como empresa filial a Placoyt Plásticos Comercializadora y Transformadora, totalmente moreliana, con una aceptación y crecimiento inimaginable, resaltó Gabriela Ponce Quesada, copropietaria de esta factoría ubicada al norte de la capital del estado.
“Somos una empresa única en México, y estamos aquí en Morelia”, expresó satisfecha la empresaria, quien va por todo el país promoviendo los popotes, en amplia gama de medidas y diámetros, acordes a cada necesidad, en los que se imprimen lo mismo mariposas Monarca, que la Catedral de Morelia, tortugas marinas, líneas coloridas o cualquier otro estampado, “se personaliza como el cliente lo pida”, recalcó.
Este es papel de grado alimenticio junto con las tintas y pegamento, y se composta en un lapso de 10 días, explicó. “Buscamos con esto ofrecer productos amigables con el medio ambiente, porque mucho se ha ‘satanizado’ con los plásticos, como principales contaminantes de los recursos naturales.
Con su esposo Juan Antonio Hernández León se tomó la decisión de incursionar con los popotes de papel, diversificar la producción para responder a las nuevas necesidades de insumos para industrias restaurantera, hospedaje, hospitalaria y hasta en el interior de los hogares, porque “finalmente hay bebidas que requieren de un popote como son pacientes de hospital o los niños”, añadió.
Blu'um es un término maya que significa ‘todo regresa a la tierra’, y eso es lo que buscamos desde Morelia, contribuir en la sustentabilidad ambiental
Se inició con una capacidad de producción mínima, ahora con la creciente cartera de clientes (250 en el Bajío, Sureste y parte del Occidente del país) se pueden producir hasta ocho mil piezas para un solo pedido.
Gabriela Ponce compartió que en Michoacán los productos de Blu'um, tanto popotes como bolsas de materiales biodegradables, están presentes en la Costa, Morelia, Uruapan y Pátzcuaro.
Las medidas de estas llamativas piezas de un solo uso son: 14, 16, 20 y 26 centímetros de largo con diámetros de seis y ocho milímetros; se pueden comercializar en presentaciones de paquetes de 100 piezas o hasta caja de dos mil piezas.
Aceptó que el producto es caro, se eleva un 30% el costo respecto a un popote de plástico. La ventaja, resaltó, es que se usan materias primas, aunque provenientes de China, totalmente certificadas; contamos con toda la documentación. En México aún se carece de organismos certificadores, reglamentación y por tanto de industrias que elaboren los insumos indispensables para la manufactura, para la continuidad de las cadenas productivas. De tal forma que se tiene que recurrir a otro país.
“Un popote de plástico en la tierra algún día se habrá de degradar y el de papel al momento de entrar en contacto con la humedad y la tierra en dos semanas ya está integrado”, resaltó la emprendedora moreliana.
Debemos decir a las personas que en lugar de tirar basura o contaminar, adopten la cultura de la separación, el reciclado y el reuso. Que se sumen, señaló, a iniciativas que como Blu'um buscan contribuir por un mejor país y Michoacán, de la que dijo no tener duda que es un gran proyecto 100% moreliano.
En Placoyt Plásticos, su principal producto es la fabricación de bolsas de plástico reciclado, con 25 años de existencia; genera 150 empleos, de los cuales 25 están dedicados a la manufactura de los popotes de papel.
MÁS RESTAURANTES SIN POPOTES
Desde 2018, la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera decidió reforzar la campaña “Sin popote es mejor”. De un total de 150 socios, 30 son los que eliminaron el uso de este producto por completo.
En tanto, 50 negocios se decidieron por insumos biodegradables o elaborados a base de semillas o papel; pero, sin dejar de usarlo, informó Alejandro Hernández Torres.
El presidente de la Canirac Michoacán compartió que otros establecimientos se encuentran en proceso de transición, “es difícil porque el precio se eleva tres a uno del biodegradable sobre el convencional y eso impacta al consumidor final”.
El dirigente empresarial refirió que algunos municipios ya emitieron algunos reglamentos que a partir de 2020 entrarán en vigor en prohibición total al uso de plástico de un solo uso; pero “quién nos va inspeccionar, hasta ahora no se ha dicho sobre la creación de un órgano regulador; será fácil incumplir a las reglas”, aceptó.
Si nos estamos adentrados en alternativas sustentables y ecotecnias es por iniciativa propia, por convicción empresarial y social, así son los sectores productivos de Michoacán, resaltó.
MANEJO INTEGRAL, LA SOLUCIÓN
En Morelia, la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación (Canacintra) tiene el registro de alrededor de 20 factorías del plástico, dedicadas a la producción de bolsas, contenedores, recipientes y cubiertos, entre otros productos de unicel.
Abelardo Pérez Estrada, presidente de este organismo empresarial, consideró que la solución no está en la prohibición de los polímeros, también depende de la participación ciudadana, que adopten con conciencia la regla de las cuatro “R” (reducir, reutilizar, reciclar y recuperar).
No se trata sólo de prohibir por prohibir, se tienen que dar opciones a la industria, porque no existe biodegradables al 100%, es un engaño lo que se ha hecho. En la industria, se puede usar desde un 40 a 60% insumos reciclados para obtener otros productos terminados.
El empresario moreliano insistió que la única solución para no contaminar está en el reciclaje, la reutilización y en la cultura de la separación, esto ayudará a mejorar cadenas de valor.