Morelia, Michoacán.- La noche del 15 de septiembre del 2008, el Sistema Michoacano de Radio y Televisión (SMRTV) tenía instalado en la Plaza Melchor Ocampo una unidad satelital recién comprada en Estados Unidos. Había también directivos y personal de todas las áreas transmitiendo en vivo la Noche del Grito. Minutos después de que estallaron las granadas de fragmentación, la entonces directora del Sistema, Carmen Escobedo, dio la orden a través de radios y teléfonos de que todo mundo se fuera a su casa y cerraran la unidad móvil, cortando la transmisión en vivo de tajo.
“La decisión de no transmitir fue mía, no del gobernador (Leonel Godoy Rangel), pues no había momento de consultarle nada. Todo fue muy rápido y confuso”, recuerda Escobedo Pérez, hoy subsecretaria de Educación Básica de la Secretaría de Educación en el Estado.
De profesión maestra, Escobedo Pérez llegó a la dirección del SMRTV por una cuota de poder con el grupo de los Cárdenas y ocupó el cargo hasta el 2011.
“Mi primera indicación fue que no se transmitiera nada, recurso que mis compañeros camarógrafos me preguntaron si se acercaban y transmitían las imágenes con los heridos y les dije que no. Eso fue un planteamiento lógico y de respeto a las víctimas. Al menos en el SMRTV no nos prestamos a una falta de respeto; hubo otros medios y fotógrafos que tal vez sin medir el tema y por conseguir la nota lo hicieron”, señaló.
En entrevista, recordó que la noche del 15 de septiembre del 2008, técnicos, camarógrafos, conductores y reporteros del SMRTV se encontraban en las inmediaciones de Palacio de Gobierno y a escasos metros del lugar de la tragedia con la unidad satelital de donde se estaba generando la señal de la ceremonia del Grito de Independencia.
“La unidad satelital estaba a un costado de Catedral donde lamentablemente se dieron los sucesos de los granadazos, yo estaba arriba con los funcionarios y camarógrafos (dentro de Palacio de Gobierno)”.
“Fueron momentos de mucha confusión, difíciles. Me comuniqué con los técnicos y compañeros que estaban abajo y me comentan que ellos se cimbraron, les pregunté si estaban bien y qué pasaba”.
A 15 años de los hechos, Carmen Escobedo sostiene que la ética y el respeto a las víctimas fue el sello que distinguió al canal oficial.
“Cada medio tiene su política editorial, nosotros respetamos la transmisión y lo que decidieron otros, pero personalmente y como parte de un equipo con reporteros de muchos años dijimos que fue lo correcto no subir ni transmitir”, puntualizó.