Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Las ventas para alrededor de mil familias que se dedican a la venta de antojitos por las noches en Apatzingán, cayeron en más del 50 por ciento de sus ingresos diarios debido a los enfrentamientos entre distintos grupos criminales, las extorsiones que afectan a la industria limonera y los llamados “dronazos” que se presentan en distintas comunidades, así lo confirmó la diputada local por ese Distrito, Fanny Arreola Pichardo.
La disminución de la venta de la tradicional morisqueta, tacos dorados, enchiladas o cualquier otro antojito característico de Apatzingán, municipio ubicado en la región de la Tierra Caliente, de acuerdo con lo manifestado en entrevista por la diputada, se debe a que todos los días existe un conato de violencia, disparos con armas de fuego cercanos o lejanos y hechos violentos que se dan de manera cotidiana.
Arreola Pichardo, refirió que estos hechos violentos que prácticamente son todos los días en Apatzingán han generado miedo y temor en la población que se ve afectada directamente por la inseguridad generada por la pelea de la plaza de los grupos del crimen organizado, es por eso, que ya no hay venta de los antojitos por las noches para evitar alguna desgracia.
En entrevista colectiva, la diputada por el distrito XXIII de Apatzingán, confirmó que alrededor de mil familias que viven de la venta gastronómica diaria en el municipio por las tardes-noches ha disminuido su economía hasta en más del 50 por ciento, porque ya no es retribuible como sí lo era antes cuando la gente salía sin problemas a las cenadurías de gran tradición a disfrutar de la tradicional morisqueta o los tacos dorados, entre otros antojitos.
“Hay un miedo latente en Apatzingán, lo que es un hecho es que no se puede negar la falta de circulante económico, y el miedo de las personas a encontrarse con gente armada o las camionetas durante el trayecto de alguna comunidad cercana hacia el centro. También está el temor de que la gente pueda encontrarse con alguno de los “dronazos”, que es ahora una nueva modalidad de enfrentamiento entre los grupos organizados a través de un aparato que generan el ataque”, narró la legisladora de la Representación Parlamentaria.
También, confirmó que el tianguis limonero de Apatzingán lleva tres semanas cerrado a raíz del aumento de las extorsiones de los grupos criminales que originó la suspensión del corte y distribución del cítrico, lo cual, ha generado mucha zozobra en el municipio, así como problemas económicos en las familias que se sostienen de esta actividad productiva.
Al respecto, la legisladora sin partido político en el Congreso local pidió a las autoridades atender la problemática para que regrese la normalidad a Apatzingán y principalmente mejore la economía de los habitantes del municipio que se han visto afectados por la inseguridad y violencia que está latente todos los días.