Por violencia, madres de familia son desplazadas de sus hogares

Este fenómeno se refleja más en municipios de la Tierra Caliente, costa y algunos de la meseta purépecha

Sandra Castro | El Sol de Morelia

  · domingo 9 de mayo de 2021

Foto: Iván Arias | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- La violencia, la delincuencia organizada, el maltrato familiar o la falta de oportunidades, son apenas algunos de los fenómenos que generan el desplazamiento de madres de familia en Michoacán.

Aunque es imposible contabilizar cuántas mujeres deben de tomar a sus hijos y huir dejando atrás todo, sí se reconoce que es una realidad latente sobre todo en municipios de la tierra caliente, costa y algunos de la meseta purépecha.

El sacerdote, Oscar Rojas, encargado de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Morelia explica que se trata de mujeres en situación vulnerable que se encuentran lejos de su lugar de origen, de su familia, de sus pertenencias, de sus amigos y de todo el entorno que les es familiar.

Se encuentran solas, sin redes de apoyo, sin trabajo, sin dinero, sin un lugar donde vivir y con sentimientos de miedo y desesperanza.

En estas circunstancias dijo, es fácil que puedan ser presas de hombres abusadores o incluso peor, de delincuentes incrustados en redes de trata de personas.

La situación de sus hijos es igualmente vulnerable, más si se trata de niños de poca edad que dependen en su totalidad de la madre.

Foto: Cortesía | Cuartoscuro

La Arquidiócesis ha detectado municipios clave en este fenómeno: Lázaro Cárdenas, Apatzingán, Tacámbaro son algunos de ellos.

“Lo sabemos porque son mujeres que antes de dar el paso han acudido a alguna de nuestras parroquias, se han confesado o han pedido ayuda”, explicó.

La ruta de huida es incierta. Generalmente las mujeres que se encuentran desplazadas por violencia familiar buscan espacio con algún familiar, otras en cambio, quienes son desplazadas por la delincuencia o violencia que se vive en sus comunidades parten sin un rumbo establecido.

Morelia, Guadalajara o la Ciudad de México son algunos puntos en donde estas mujeres buscan establecerse debido a que se trata de ciudades grandes en donde es difícil su ubicación o localización.

En contraparte, el Padre Oscar Rojas detalló que las madres de familia desplazadas por la carencia económica o la búsqueda de oportunidades tienen siempre en la mente los Estados Unidos por lo que buscan establecerse en ciudades fronterizas.

El caso de Frida

El 18 de mayo del 2017, el periodista Salvador Adame Pardo fue secuestrado en Nueva Italia por sujetos armados que se lo llevaron por la fuerza.

El comunicador, localizado sin vida en la llamada Barranca del Diablo días después, dejó atrás a su esposa Frida Urtiz y a sus tres hijos: Frida Navidad, Javier y Andrés. También, a un yerno y a su pequeño nieto de dos años.

Las amenazas y circunstancias en que Salvador fue secuestrado obligo a las autoridades a sacar de inmediato a la familia del periodista de su pueblo natal.

Foto: Cortesía | Cuartoscuro

Sin nada, más que lo que traían puesto, fueron trasladados vía aérea a la capital del estado: “dejamos absolutamente todo”, recuerda Frida Urtiz

En Morelia, sin casa, sin ropa, sin dinero, fueron albergados por un familiar que les ofreció un cuarto en el que se albergaron los seis: “dormíamos en el suelo y no teníamos cobijas”, comentó Frida quien rememora el frío que sentían pese a ser mayo; “es que somos de tierra caliente y no estábamos acostumbrados a la temperatura de acá”.

A cuatro años de distancia, explica que al principio fue su yerno, esposo de Frida Navidad, su hija mayor, quien corrió con los gastos más inmediatos; de sus familiares, recibió algunas ropas que se ponía, quitaba para lavar y se las volvía a poner.

El desplazamiento, el haber abandonado su casa, el desconcierto no eran lo peor. Frida, sus hijos y su nieto tuvieron que enfrentar el dolor por la muerte de la cabeza de familia y meses después, la pérdida de su casa en Nueva Italia, la cual les fue arrebatada por un sujeto al que Salvador debía 40 mil pesos.

“Después que fuimos desplazados yo nunca quise rentar mi casa por todos los recuerdos que en ella habitaban y porque además ahí estaban mis cosas, pero un día nos avisaron que hombres armados estaban sacando nuestros muebles y cuando averiguamos, supimos que nos habían despojado de nuestra única propiedad”, dijo.

Las ganas de salir adelante, de aplicar la filosofía de trabajo duro aprendida de su esposo y la fuerza que le dieron sus hijos, hizo que Frida rentara una casa y en la cochera instalara una cenaduría que se ha aclientado gracias a su sazón.

Foto: Cuartoscuro

Las cosas no son fáciles en Morelia. Uno de sus hijos se casó y el otro dejó de estudiar. Ella sueña con retomar su actividad periodística y en seguir vendiendo cena.

Lo que sí tiene claro, es que nunca más volverá a Nueva Italia y que ahora, Morelia a donde las circunstancias la trajeron, es su nuevo hogar.