Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante el primer semestre del actual gobernador de Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla se triplicó el número de homicidios dolosos en comparación con el mismo periodo de Silvano Aureoles. Entre octubre de 2015 y marzo de 2016, bajo el mandato del político perredista se registraron 477 asesinatos de este tipo, mientras que en los seis meses del morenista el número se disparó a mil 219. Tan solo en abril pasado, el gobierno federal contabilizó 245 crímenes, cinco veces más a ese mismo mes de 2016, donde hubo 54 víctimas.
Cuando Silvano Aureoles Conejo inició su mandato recibió al estado con 58 homicidios en septiembre, pero en su primer mes la cifra se fue a 76, para después tener números de 75 y 87, un total de 238 en su primer trimestre. En cambio, el exdiputado de Morena comenzó su trabajo en el Ejecutivo local ya con números alarmantes: 567 asesinatos entre julio y septiembre, pero en sus primeros tres meses no pudo revertir la ola de violencia, toda vez se acumularon 883 delitos bajo esa clasificación.
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En solo siete meses del gobierno de Ramírez Bedolla, la entidad contabilizó mil 464 homicidios dolosos, lo que casi duplica a todo lo acumulado en 2015, que fue de 778, entre gobiernos de Salvador Jara Guerrero y Silvano Aureoles.
Según la información oficial, el 96 por ciento de los crímenes cometidos en el actual gobierno se han perpetrado con arma de fuego, lo que en gran parte se deriva por los constantes enfrentamientos y ajustes de cuentas entre miembros del crimen organizado. En la transición de ambos gobiernos, donde se dio la alternancia entre PRD y Morena, se tiene la presencia de distintos cárteles del narcotráfico: La Familia Michoacana, Los Viagra, Los Correa, La Nueva Familia Michoacana, Los Blancos de Troya, Los Caballeros Templarios, Los Reyes, el Cártel Jalisco Nueva Generación y el cártel de Tepalcatepec. En conjunto, no solo operan en la entidad, sino en regiones de Jalisco, Guanajuato, Colima, Guerrero, Estado de México e incluso la Ciudad de México, donde La Familia Michoacana y el CJNG se han aliado con el cartel conocido como Unión Tepito.
Los 245 asesinatos que se cometieron en abril dejaron a Michoacán como el estado más violento del país, superando a Guanajuato con 215 y el Estado de México con 202. En ese conteo, los municipios con mayores incidencias fueron Zamora, Morelia y Uruapan, que en conjunto sumaron 100, pero también se reportaron crímenes en Jacona (16), Sahuayo(15), Zitácuaro (13) y Puruándiro (13).
Meses negros
Entre febrero y marzo el gobierno actual enfrentó los casos más complejos en materia de inseguridad. El 27 de febrero se registró el fusilamiento de al menos 11 civiles en el pueblo de San José de Gracia; el 10 de marzo se difundieron videos con persecuciones a plena luz del día en San Juan Nuevo Parangaricutiro, con saldo de cinco muertos, mientras que el 27 del mismo mes 20 personas fueron asesinadas en un palenque de Zinapécuaro. Además, el 10 de marzo asesinaron al entonces alcalde de Aguililla, César Arturo Valencia, y horas más tarde encontraron el cadáver de su colaborador René Cervantes Gaytán. En este mismo año también fueron privados de la vida los periodistas Roberto Toledo y Armando Linares, ambos colaboradores del portal Monitor Michoacano.
Para tratar de contener los enfrentamientos entre cárteles de la droga y los homicidios en general, la federación ha enviado a tres mil 850 elementos del Ejército y la Guardia Nacional tan solo en 2022. Apenas el pasado 10 de mayo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó a 900 efectivos en Morelia, Uruapan y Zamora, principalmente con unidades de infantería, artillería y caballería. Sin embargo, la estrategia poco ha funcionado, sobre todo si se le compara con el periodo 2015-2016.
Cárteles se arman con tecnología
A diferencia de lo que ocurría en los primeros meses del gobierno silvanista, a partir de 2020 las disputas entre grupos criminales se caracterizó por el uso de tecnología, principalmente drones explosivos. Tan solo el año pasado, el Ejército Mexicano reportó cuatro ataques contra sus elementos en operativos realizados en Apatzingán, Tepalcatepec, Coalcomán y Buenavista, mientras que la Guardia Nacional también enfrentó este tipo de ataques, primero el 8 de diciembre del 2021 en Chinicuila y el 22 de diciembre en Aquila, sin reporte de heridos.
La asociación internacional Médicos Sin Fronteras ha atendido a civiles que son víctimas de estos drones, a quienes les han causado heridas, o bien, han destruido sus casas o matado a parte de su ganado.