Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).– Basado en los ideales humanistas del Renacimiento –particularmente en la obra de Tomás Moro– y en las formas de organización social de los antiguos habitantes de Michoacán, Vasco de Quiroga logró implementar en Santa Fe de la Laguna un modelo de tenencia de la tierra que contraviene a la propiedad privada, basado en la posesión comunal.
Entrevistado por El Sol de Morelia, Juan Carlos Cortés Máximo, investigador originario de Santa Fe de la Laguna y adscrito al Centro Nicolaita de Estudios de los Pueblos Originarios (UMSNH), señaló que uno de los legados más importantes del “primer obispo de Michoacán” fue poner en práctica el modelo “quiroguiano” de organización sociopolítica orientado a salvaguardar la propiedad comunitaria de la tierra, mismo que –dijo– “hoy en día todavía lo tenemos en Santa Fe”.
“No estaba tan de acuerdo con la propiedad privada, entonces el modelo de la posesión que funda al crear los pueblos-hospitales se basa en la posesión colectiva de los bienes y recursos naturales de la tierra… es un producto intercultural, pues tiene raíces en Tomás Moro y de la tradición mesoamericana previa a la conquista”, explicó.
A pregunta expresa, el investigador dijo que respecto a las formas de organización social prehispánicas, no llegó a la comprensión de éstas gracias a fuentes bibliográficas sino a informantes y su trato con el entonces gobernador Don Pedro Cuiningari, quien a su vez accedió a venderle tierras para establecer su proyecto de hospital-pueblo en la ribera del Lago de Pátzcuaro.
Explicó que el legado de “Tata Vasco” como fundador de instituciones, entre las que destaca el Colegio de San Nicolás –antecedente de la Universidad Michoacana–, no se puede explicar sin la investidura que le dio el ser primero autoridad judicial como “oidor” de la Segunda audiencia de la Nueva España y autoridad eclesiástica, al concedérsele el obispado de Michoacán.
Mitificación del personaje
Respecto a la mitografía entorno a Don Vasco de Quiroga, Cortés Máximo advirtió que existe una “tradición interpretativa” que lo contempla como un impulsor de las artes y oficios en las comunidades indígenas, gracias a la implementación de talleres y actividades específicas para cada población. Sin embargo, señaló que esa apreciación no está sustentada en bases documentales fidedignas.
“De lo que sí hay consenso entre los historiadores es sobre la fundación de los pueblos-hospitales recogiendo la herencia hispana y prehispánica, así como de la
creación de una institución educativa para formar a los clérigos, con la posibilidad de la incursión de los nativos para aprender la lengua y la gramática castellana”, dijo el investigador, quien actualmente prepara un libro sobre el legado de las reglas y ordenanzas jurídicas de Vasco de Quiroga en Santa Fe.
Cuestionado sobre el proceso de canonización que la Iglesia católica lleva en marcha, el historiador dijo que respeta el proceder de las autoridades eclesiásticas y aseguró que de lograrse la canonización será “un plus para nosotros, en Santa Fe, porque lo pone en un nivel de mayor jerarquía”.
No obstante, señaló que esa distinción no significa que el personaje haya sido intachable y bondadoso. Más allá de la opinión generalizada sobre las personas en vías de la canonización –dijo– “fue un ser humano y actuó de acuerdo a la época que le tocó vivir”.