Luego del incendio ocurrido el pasado 7 de marzo de 2021, este día fue presentada la primera etapa de la restauración del templo de Santiago Apóstol, en la comunidad Nurio.
El rescate de dicho inmueble histórico, el cual se encuentra en el municipio de Paracho, se llevó a cabo a través del trabajo coordinado del Consejo Comunal y personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En la presentación de la restauración, la titular de la Secretaría de Cultura del Estado, Tamara Sosa Alanís, celebró la colaboración interinstitucional para el rescate de este espacio litúrgico que data del siglo XVI, ya que además las comunidades se han sumado al trabajo del INAH durante más de tres años.
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“Renacer de entre las cenizas el patrimonio cultural e histórico de la meseta purépecha no ha sido sencillo”, de ahí la importancia del rescate de los espacios históricos como un lugar de encuentro y preservación de la cultura, dijo la secretaria de Cultura.
El acompañamiento de la comunidad de Nurio permitió lograr un gran avance en la restauración del templo, “este avance es un ejemplo de colaboración entre instituciones y las comunidades”, agregó el secretario técnico del INAH, José Luis Perea González
El jefe de tenencia de Nurio, Narciso Fernando Rubio y Octavio Ignacio Castillo, miembro del Consejo Comunal, señalaron que el trabajo no ha sido fácil, pero gracias al pueblo, autoridades y especialistas el templo ya se encuentra disponible.
Daños incontables tras el incendio
Días después de haber ocurrido el incendio, se dio a conocer que el percance ocasionó una inestimable pérdida para el patrimonio artístico y cultural michoacano, así como la destrucción de un lugar simbólico para la comunidad en Nurío, municipio de Paracho.
En entrevista para El Sol de Morelia, Adriana Espinoza Saucedo integrante del Consejo de la crónica de Paracho especializada en el periodo colonial, señaló que el siniestro –iniciado alrededor de las 18:30 horas del domingo y controlado un par de horas después– “no dejó nada a su paso”, más que el casco del templo. El artesón, el baptisterio que estaba adentro de la iglesia y varios retablos de la época del siglo XVII, además de los muebles, fueron consumidos por el fuego en pocos minutos.
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A decir de la doctorante en historia por el Colegio de Michoacán (Colmich), “se acaba uno de los artesones más emblemáticos del periodo colonial” y con ello –dijo– en lo que concierne a la música “se pierde una evidencia tangible de los siglos XVI y XVII”, puesto que la temática predominante en el artesón de Nurío era la música y los ángeles con representaciones de instrumentos como el arpa, guitarra, vihuela, violín, sacabuche y el órgano.