En una ceremonia que se realiza en honor a la deidad purépecha, Kurhíkuaeri, el Dios del Fuego, este 1 de febrero comunidades indígenas iniciaron la celebración del Año Nuevo o kurhíkuaeri k’uinchekua, en Ocumicho, Charapan.
Este año, el Fuego Viejo se trasladó a Ocumicho, partiendo de Erongarícuaro, sede del 2023, para encender el Nuevo Fuego esta noche.
Como es tradición, integrantes del pueblo purépecha agradecieron a la madre tierra por las bondades del último ciclo y encomiendan el porvenir de sus pueblos al Fuego Nuevo.
Son los cargueros los responsables del cuidado de los símbolos tradicionales y el resguardo de estos, durante toda la ceremonia.
Para la comunidad purépecha, este ritual es un símbolo de unidad, fuerza y resistencia; una celebración autónoma e histórica en la que se busca la recuperación y fortalecimiento de las raíces p’urhé en el aspecto organizativo, político, económico, social, espiritual y cultural.
Esta noche se unificará el rezo de las cuatro regiones Japóndarhu (lago de Pátzcuaro), Eráxamani (Cañada de los Once Pueblos), Juátarisï (Meseta o Sierra Purépecha) y Tsakápundarhu (Ciénega de Zacapu), en una comunión única en el mundo.