Morelia, Michoacán.- En la mayoría de las casas hay aparatos que funcionan con pilas, el control de la televisión por ejemplo, que cuando se agota su energía es necesario cambiarla por unas nuevas, pero las pilas anteriores no deben tirarse al cesto de la basura así nada más. Aquí te decimos porqué.
Las pilas están hechas de metales peligrosos como litio, cadmio, níquel, mercurio o plomo entre otros. Si éstas se tiran a la basura, terminan en un vertedero y ahí comienza el proceso de contaminación, ya que sus componentes se filtran a al suelo, se distribuyen y terminan en áreas y terrenos donde hay cultivos o animales por lo que afectan la vida silvestre, además tiene el potencial de contaminar fuentes de agua potable.
Una pila alcalina puede contaminar hasta 167 mil litros de agua, por ejemplo el mercurio es un posible cancerígeno, al llegar a los cuerpos de agua y así acumularse en los tejidos de los peces, mismos que después son capturados para consumo humano. En el caso del Litio, éste es neurotóxico y tóxico para el riñón, causa fallas respiratorias, depresión del miocardio y daño al sistema nervioso entre otros.
El cadmio es una sustancia cancerígena que provoca lesiones en los pulmones y riñones e incluso puede provocar la muerte. El níquel tiene efectos sobre la piel y respirarlo en altas cantidades causa bronquítis crónica, cáncer de pulmón y cáncer en los senos nasales.
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En Morelia, las pilas desechables se pueden llevar a la procuraduría de Protección al Ambiente (ProAm) en la calle 8 de septiembre, número 183, colonia Chapultepec Sur. Ahí les dan un tratamiento adecuado para su descomposición.
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