Cada año, la frase "¡2 de octubre no se olvida!" resuena con fuerza en las calles de México, como un grito contra la impunidad y el olvido. Miles de personas en todo el país marchan para exigir derechos y para honrar a las víctimas.
Este lema, lejos de perder significado, se ha convertido en un poderoso símbolo de resistencia y memoria colectiva desde el trágico 1968 ¿Pero cómo por qué es hizo historia en México?
El 2 de octubre es una fecha profundamente significativa para México. Ese día, en 1968, se perpetró la masacre estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, cuando el Ejército mexicano intervino violentamente en una manifestación pacífica, dejando un saldo de cientos de muertos y heridos.
Aunque el número exacto de víctimas sigue siendo incierto, se estima que entre 300 y 400 personas perdieron la vida.
¿Qué exigía el movimiento estudiantil del 68?
El movimiento estudiantil de 1968 comenzó como una protesta contra la represión y la falta de libertades políticas, luego esta protesta se transformó en un levantamiento social más amplio que exigía cambios en el sistema político y una mayor apertura democrática.
Los jóvenes estudiantes exigían libertades que iban más allá del ámbito académico: derechos civiles, respeto a la libre expresión y el fin de la represión.
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Hoy, el 2 de octubre sigue siendo una fecha clave para recordar la lucha por los derechos humanos, la justicia y la libertad de expresión. El grito "¡2 de octubre no se olvida!" es una reafirmación de que la memoria histórica es una herramienta fundamental en la exigencia de rendición de cuentas, y una advertencia para que tragedias como la de Tlatelolco no vuelvan a repetirse en México.