Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Entre 40 y 50 escuelas particulares cerraron durante la pandemia, debido a que no pudieron sostenerse lo cual impactó de mil a dos familias, indicó el representante de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) en Michoacán, Juan Bernardo Legarreta.
Datos de la Secretaría de Educación (SEE) indican que en la entidad hay mil 902 instituciones educativas privadas de los tres niveles básico, medio y superior, por lo que este cierre equivale a 2.62 por ciento del total, sin embargo, solo refleja el recuento de la UNPF estatal.
En entrevista con este medio, el representante refirió que de acuerdo a la información que reportaron los padres de familia durante el periodo de confinamiento, lograron registrar que algunas escuelas no continuaron abiertas al no poder cubrir los servicios económicamente.
Por lo anterior, los alumnos afectados tuvieron que buscar otras opciones; a decir de Bernardo Legarreta, el nivel más afectado fue educación inicial donde habían grupos pequeños de 20 a 30 estudiantes y básica.
En ese sentido, refirió que los estudiantes esperaron otra posibilidad, algunos lograron colocarse en otra institución y otros quedaron pendientes de documentación por los procesos.
“Afortunadamente la educación particular salió adelante, pero sí tuvimos reporte de escuelas de los distintos niveles que tuvieron que cerrar las puertas porque la pandemia no les permitió sobrevivir”, dijo.
Asimismo, comentó que la contingencia golpeó fuertemente los números en la educación pública y que en el estado a inicios de este año se registró entre un 12 y 15 por ciento de deserción.
Retos en la educación privada
A decir del representante estatal de la UNPF, un reto de la educación privada ante la pública es la gratuidad de los servicios ante la situación económica mundial que resintieron muchos sectores, el enfrentarse la educación privada a la pública hay una desventaja por se esta última gratuita, ya que ante la situación económica mundial que resintieron muchos sectores, algunos padres de familia no pueden elegir.
Sin embargo, comentó que hay instituciones públicas que ofrecen servicios de baja calidad o que no cumplen con “plena documentación”, sobre todo en nivel media superior y superior, o en nivel básico con la amplia demanda, por lo que el sector privado trata de “buscar su nicho”.
Además, Juan Bernardo refirió que el reto más importante es la innovación, y aunque durante la pandemia muchos planteles tuvieron que emplear nuevas formas de aprendizaje, contratando plataformas que no tenían contempladas aún siguen buscando nuevas herramientas para avanzar.
“Lo más complejo fue adaptarse, también se ha dado un fenómeno interesante, salvo particularidades, pero en general los maestros tuvieron que actualizarse a boca jarro, no hubo oportunidad de escoger”.
Añadió que a pesar de que las instituciones de paga han añadido actividades extracurriculares, en este momento no les llama tanto la atención, pues muchos se han preocupado por garantizar la salud de los menores y eso también influye en las elección de una u otra escuela.