Morelia, Michoacán.- Los residuos de mango generados por las empacadoras que se encuentran en Jacona y Zamora han provocado el crecimiento de plagas en otros cultivos como las berries y las fresas, informó el titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Secma), Alejandro Méndez López.
En entrevista con El Sol de Morelia, el funcionario precisó que esta fue una de las problemáticas que los agricultores de la región le comunicaron durante la audiencia ciudadana realizada este sábado por el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, en Zamora.
"Nos plantearon la preocupación por los desperdicios del mango. Hay empacadoras muy grandes que generan cáscaras y huesos. Es una problemática porque provoca moscas y otras plagas que afectan otros cultivos", precisó el secretario de Medio Ambiente.
Pese a que ya hay empresas que manejan esta basura orgánica de forma especial, también la situación se ha dificultado por el mal manejo de los rellenos sanitarios que se localizan en el Bajío Michoacano.
"Algunas están dadas de altas como generadores de residuos de manejo especial. Tienen su licencia ambiental pero contratan algún gestor y este va y los pone en un sitio inadecuado", afirmó el representante del gabinete estatal.
Ante esto, se trabajará en conjunto con agrupaciones de la zona sobre un proyecto en el que se les dará un uso a este material natural, el cual podría ser también una fuente de empleo a la vez que se beneficia a los productores y al ecosistema.
Otras de las necesidades que manifestó el pueblo zamorano, entre ellos el Consejo Municipal de Ecología, es ponerle un freno al reciente crecimiento de la mancha urbana, la contaminación del agua y la falta de tratamiento de estas mismas.
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Pese a que el mango no se siembra en estos municipios pues los principales productores son Gabriel Zamora, Huetamo y Nueva Italia, hay más de 30 procesadoras del fruto establecidas en estos territorios.
Datos de la Procuraduría de Protección al Ambiente (Proam) señalan que son cerca de 40 mil toneladas de la fruta las que son tiradas a cielo abierto; aparte de provocar estragos a pozos de agua y manantiales por el escurrimiento de ácidos.