Morelia, Michoacán.-Definir a José Antonio Romo Careaga es hablar de la ciudad, del testigo involuntario que ha cruzado dos siglos capturando momentos, instantes, sombras y formas de la urbe en que nació, creció y que se ha transformado frente a su lente.
Su obra que muestra el devenir de Morelia a lo largo de los años, se expone hoy en la Biblioteca Pública Central “Francisco J. Múgica”.
En entrevista para El Sol de Morelia Romo Careaga menciona que “las exposiciones son conmemorativas y muestran rincones clave de la ciudad”, de esa ciudad a la que él ama entrañablemente desde que tuvo uso de razón.
Su amplio archivo fotográfico de la ciudad que no se puede contar en fotos sino en miradas, es vasto porque comenzó precisamente en ese y otros momentos históricos en donde por ejemplo se le cambió el nombre a la ciudad de “Antigua Valladolid” a “Morelia”, pero su lente no se ha quedado ahí y ha hecho sendas investigaciones sobre los hechos.
Para las exposiciones de este año escogió obras donde se pueden ver fragmentos del mural de Alfredo Zalce que se encuentra en el Palacio de Gobierno, además de los recintos históricos civiles y religiosos, así como la traza de la ciudad y las placas en las que han quedado asentados datos memorables de la ciudad.
Romo Careaga relata entusiasmado que, siempre que puede, cuestiona la razón de la palabra Morelia como tal: “¿en todo caso no debería ser Morelos?, ¿en qué estuvo la transformación de Morelos hacia Morelia?”. Una idea muy difundida es que, como se trata de una palabra en femenino, por La Ciudad y quizás por eso es “Morelia”. En todo caso le gusta pensar que la ciudad es “Morelia de Morelos”.
Como no es un argumento tan certero, entonces, dice, “empecé a preguntarle a los sabios, entre ellos al ya fallecido maestro Xavier Tavera Alfaro, que fue muchos años cronista de la ciudad y él respondió sobre la existencia de un acta donde (los legisladores de entonces) no se ponían de acuerdo, pero el decreto tenía que salir, con máximo, el 16 de septiembre de ese año para que el aniversario del natalicio de Morelos ya estuviera el nombre”.
Al revisar los archivos históricos, Romo Careaga encontró que Morelia no estaba en la lista final, porque había tres propuestas “Patria de Morelos, Ciudad de Morelos o Morelos, pero no les gustaba y entonces, en medio de esa discusión un diputado dijo ‘como no nos ponemos de acuerdo, ¿por qué no tomamos como referencia el caso de Bolivia, que es por Bolívar, entonces de Morelos a Morelia’, les sonó bien, se acordó, decretó y quedó el nombre”. Una palabra que sencillamente significa, lugar de Morelos.
La próxima exposición del maestro Romo, bautizada como “De Valladolid a Morelia” será de un mes, porque luego de ser inaugurada este 12 de septiembre estará hasta el 13 de octubre de este año.
La exposición de fotografías podrá visitarse de lunes a viernes de 9:00 a 20:00 horas y los días sábados de 9:00 a 14:00 horas con acceso gratuito.
Pero esta no será la única muestra conmemorativa, pues Romo Careaga mencionó que para el 30 de septiembre montará otra exposición, relacionada con el aniversario del natalicio de Morelos. Es una muestra fotográfica que organiza la Secretaría de Turismo estatal y posiblemente sea en la Plaza de los Mártires, conocida también como Plaza de Armas. El maestro Romo dice que está exposición lo tiene muy entusiasmado.
Encontré que la fotografía nació en 1839 en Francia mientras que el gran cambio de Morelia, fue también en esos años con motivo del movimiento de la Reforma, se empezó a transformar la ciudad; entonces me pareció muy curiosa la coincidencia del origen de la fotografía con el origen de la urbe moderna y tengo fotografías que datan de esas épocas
El fotocronista por excelencia de la ciudad
José Antonio Romo Careaga es el autor de imágenes que han representado la belleza arquitectónica de Morelia en otras partes del país y del extranjero. Recibió este año la Presea Morelos, máximo nombramiento que entrega el Ayuntamiento de Morelia a los ciudadanos eméritos.
Es autor de las imágenes que se colocaron en el portafolio de evidencias ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Culturas (UNESCO) para que la capital estatal obtuviera en 1991, el nombramiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad.