Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Aunque el Día de Reyes es una de las fiestas que más disfrutan los niños, también los más grandes esperan esta fecha para poder degustar del alimento más icónico del mes de enero: la Rosca de Reyes.
Este tradicional pan hecho a base de naranja y que es parte de uno de los ritos más famosos de México, es indispensable para las reuniones del 6 de enero, donde entre familia, colegas y amigos se decide a quién le tocarán los tamales el Día de la Candelaria, dependiendo a quién le salga el Niño Dios.
Aunque esta costumbre es parte de toda la sociedad mexicana, las grandes empresas internacionales abarcan una gran parte de la demanda de la Rosca de Reyes, dejando a un lado a las panaderías locales que ven en esta fecha un respiro económico de la cuesta de enero.
Rodolfo Cruz, quien junto con toda su familia atiende su negocio llamado Mi Panadería en la colonia Prados Verdes y quien sigue con el oficio de su padre desde toda la vida, afirma que esta tradición debe servir para apoyar a los negocios locales, no sólo por el aspecto monetario, sino para poder conseguir un producto auténtico y de calidad.
"Las roscas que venden en supermercados ya tienen meses de haberse hecho, luego no respetan la receta original, ponen pan de otro tipo, fruta reseca y venden algo que no es tradicional. Nosotros empezamos la producción un día antes y durante toda la noche no paramos. La gente viene desde temprano y se forma para comprarla, porque saben que es algo nuevo y que mantiene el sabor auténtico", expresa Rodolfo.
Después de ganar el primer lugar a la mejor Rosca de Reyes otorgado por Canaimpa a nivel estatal en 2019, el dueño de Mi Panadería menciona que la forma de hacer este pan cambió conforme el paso del tiempo, por lo que desde su negocio busca la manera de satisfacer al cliente y dar el mejor producto final, a pesar de que se aleje de la receta tradicional.
Sin embargo, reconoce que la receta original de pan de naranja junto con la fruta seca y la pasta especial para la rosca es la mejor manera de comerla, por ello, en su panadería se continúa manteniendo la tradición, dándole solo pequeños toques personales.
“También vendemos roscas rellenas de Nutella y queso crema, algunas solo la quieren solo con pasta y sin fruta, pero la base del pan de naranja es la misma y mantenemos como nuestro fuerte la rosca tradicional, con la pasta especial que no es la misma que la de la concha, fruta seca y el azúcar”, explica.
Como parte del toque michoacano que desde hace varios años Rodolfo decidió introducir en la rosca, cambió el famoso acitrón y colocó ate moreliano, no solo por la falta del ingrediente original, sino porque “el ate no se reseca y tiene mejor sabor”, práctica que comienzan a utilizar otros panaderos michoacanos pues el acitrón “es chicloso, tiene mucho gabazo, además de que está en peligro de extinción”.
Aunque la temporada es buena y busca vender al menos mil roscas este enero, el panadero reitera que el aumento de los insumos como la manteca, harina y huevo hace más complicado conseguir ganancias, lo que pone en desventaja a los pequeños negocios ante las cadenas de supermercados.
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“Algunos insumos aumentaron al 100% y lo peor es que no hay, tienes que esperar a que lleguen. Mi padre también fue panadero y yo seguí su ejemplo, y nunca en la vida tuve que esperar hasta 14 días para que me surtieran, porque no hay materia prima, eso nos deja en desventaja con grandes empresas que no tienen problemas de abasto”, reitera.
Por ser parte de una familia de panaderos, Rodolfo comprende la importancia de dicho oficio dentro de la sociedad, pues no solo alimenta a quienes se dedican a esta labor, sino brindan un producto que es barato y nutritivo a la gente.
Por ello, invita a las personas a consumir este año en las panaderías locales la Rosca de Reyes y que puedan compartir lo hecho en Michoacán con sus seres queridos.
“Si llegas a la tienda y solo tienes 5 pesos, no te alcanza para otra cosa más que para un pan, son de los productos que aún son baratos y que forman parte de la alimentación diaria de todos. Hay que hacer barrio y fomentar nuestros negocios, no solo por los que los atendemos sino para que todos tengamos acceso a comida de calidad y buen precio”, expresa.
