Morelia, Michoacán.-Las fronteras no siempre son hechas por los humanos, la naturaleza en ocasiones puede sorprender y en Michoacán lo hizo, te contamos más sobre la frontera natural del estado.
Las fronteras son vistas como grandes barreras que impiden que las personas pasen de un territorio a otro, sin embargo, hay algunas que no fueron construidas por el humano.
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Nuestro estado está ubicado en el occidente de México, colinda con Jalisco, Colima, Guanajuato y Guerrero, siendo este último con quien se comparte una frontera natural.
¿Qué es una frontera natural?
Las fronteras naturales son elementos geográficos que separan un territorio de otro, estos pueden ser mares, cordilleras, valles, montañas o ríos.
Un ejemplo de esto es el río Bravo, que separa a México de Estados Unidos, o como la Cordillera de los Andes, que separa Chile de Argentina.
Río Balsas, la frontera natural de Michoacán y Guerrero
La frontera natural que divide los estados de Michoacán y Guerrero es el río Balsas, el cuál tiene una longitud de 1000 kilómetros y es considerado uno de los más largos del país.
Este río también cruza los estados de Puebla, Tlaxcala, Michoacán y Guerrero, donde desemboca en el océano pacífico. Además, su cauce alberga las presas de Infiernillo y La Villita.
Ya que atraviesa diferentes estados es conocido de forma diferente, en Puebla se conoce como río Atoyac, en Tlaxcala como río Zahuapan, mientras que en la región norte de Guerrero se le llama Mezcala.
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Algunos de los municipios de Michoacán por los que pasa son: Huetamo, Churumuco, Arteaga, La Huacana y Lázaro Cárdenas, por otro lado, en Guerrero pasa por Coyuca de Catalán, Zirándaro, Coahuayutla de José María Izazaga y La Unión de Isidoro Montes de Oca.