Sahuayo, Mich.- (OEM-Infomex).- La producción del huarache de piel es una de las principales actividades productivas en el municipio de Sahuayo que genera más del 50 por ciento de empleos en la demarcación.
Familias enteras, mujeres y jóvenes forman parte de ese oficio que por muchos años se ha mantenido como el principal sustento económico de los hogares.
Reinaldo Onofre Gil, propietario de un pequeño taller dedicado a la elaboración de este tipo de calzado señaló de manera semanal produce alrededor de un millar de pares, obteniendo un beneficio económico para su familia y para otras diez más que laboran con él.
Reinaldo se inició en el oficio a los 15 años de edad, empezando como empleado y tras 20 años cuenta ya con su propio taller en el que trata de apoyar a sus trabajadores, conocedor de que es indispensable aportar para el beneficio de su gente para mejorar la productividad.
La elaboración de estos productos es cien por ciento artesanal, el trabajo que desempeñan estos artesanos es reconocido a nivel nacional e internacional ya que exportan a Europa y Estados Unidos.
¿Cómo afecta el COViD-19 a esta actividad productiva?
La contingencia sanitaria que ha ocasionado Covid-19 ha afectado a los productores del municipio, pues la mayoría de los 500 talleres que se ubican en Sahuayo han cerrado sus puertas de manera indefinida debido a la cancelación de pedidos.
Reinaldo Onofre comentó que antes de que la contingencia se hiciera presente, contaba con un fuerte pedido solicitado por los organizadores del tradicional Viacrucis de Iztapalapa, en el Estado de México, el cual se canceló.
El productor aseguró que la contingencia afectó en demasía su labor, pues este fin de semana tendrá que cerrar las puertas de su taller ante la falta de clientes.
El costo promedio de mayoreo es de 120 pesos mientras que los revendedores son los que se quedan con las mejores utilidades a que de esa cantidad hay que descontar la materia prima y el trabajo.
Reconoció que la crisis económica es la otra pandemia que enfrentarán los trabajadores que participan en el proceso de la elaboración del calzado, ya que mujeres, niños y ancianos que participan en los procesos de fabricación resultarán directamente afectados por esta situación.
En ese sentido, Evangelina Suárez Caballero, artesana en el municipio de Sahuayo, coincidió con el productor, quien perderá esta fuente de ingresos que le permite apoyar en la economía del hogar.
Evangelina explicó que el proceso de elaboración del huarache tiene diferentes etapas para la terminación y el detallado; la primera de ellas es la base que corresponde a la orna, la segunda es el tejido, donde intervienen las mujeres artesanas dedicadas a la producción, quienes reciben el material de los talleristas; y, la tercera es la colocación de la suela y el acabado final.
No sólo los propietarios de los talleres sufrirán las consecuencias de la crisis sanitaria, sino también las amas de casa, madres solteras, jefas de familia y mujeres estudiantes jóvenes que desde temprana edad encuentran un ingreso en esta actividad que les permite trabajar en horarios que no influyan en sus horarios de estudio.
Por su parte, el alcalde de este municipio Jesús Gómez, lamentó el cierre de estos talleres, los cuales son representativos del municipio a nivel internacional por la calidad y el ahínco con el que se fabrican en cada espacio dedicado a su producción.
Destacó que COVID-19 ha representado un fuerte golpe para los que se dedican al calzado artesanal, ya que alrededor del 70 por ciento de la producción la destinan para exportación a mercados europeos y estadounidense, mientras que el otro 30 por ciento lo colocan en mercados regionales y nacionales, por lo que al no haber más envíos de este producto, esta pandemia pone en riesgo el oficio familiar de años.
Los fabricantes reconocieron que han realizado un gran esfuerzo por convertirse en líderes de la industria del calzado, pero la mala economía, la falta de apoyos crediticios y ahora el coronavirus convertirán este propósito en un reto aún más difícil de lograr.
Reinaldo comentó que la temporada alta comprende del mes de marzo a septiembre, pero paradójicamente será la que posiblemente se mantenga suspendida en este 2020 debido a que la contingencia podría prolongarse hasta ese mes.
Recalcó que esto les preocupa, principalmente a los dueños de los tallares donde se elaboran los huaraches porque no sólo está en riesgo el sustento de sus familias, sino también el de sus trabajadores que en el caso de las talleres más pequeños el número oscila de cinco a 15 familias pero en casos de los talleres grandes son hasta más de cien las que dependen directamente.
Cabe mencionar que en el año 2012, Sahuayo obtuvo la denominación de origen, lo que generó un auge en la producción por aquellos años, ya que elevaron la competitividad y ganaron terreno en los mercados internacionales siendo en esos años Estados Unidos, Japón y España los principales países que demandaban el producto que poco a poco fue innovando en calidad y diseño.
Casualmente, el vecino país del norte ha cerrado sus fronteras, lo que impide hacer exportaciones a este lugar, al ser el segundo país con más contagiados de Covid-19 en el mundo; mientras que España también ha impedido comercializar, al igual que Japón.
En la actualidad ofrecen gran variedad en los diseños del calzado, los hay desde los más sencillos que son los trenzados (los que normalmente usan las mujeres y niñas que participan en las danzas en honor a la Virgen de Guadalupe durante el mes de diciembre) hasta los que tienen un proceso más detallado en el que los tejidos son diferentes; los hay con diseños de Frida Kahlo que se han puesto de moda y son muy solicitados en el extranjero.
Cabe resaltar que en 2016, el municipio ganó el récord mundial para la elaboraron de un huarache con una longitud de 7.45 metros y un ancho de 3.09 metros logrando batir el reto por la sandalia más grande del mundo, elaboración en la que participaron más de 30 artesanos, quienes utilizaron alrededor de 80 metros cuadrados de cuero.
Este producto fue develado en la ceremonia de arranque de la Expo Feria de Sahuayo en el año de 2016.
Sin embargo, éste no ha sido el único récord que los huaracheros de Sahuayo han abatido, pues anteriormente fue un tacón con una longitud de 6.6 metros y un ancho de 2 metros y fue fabricado por Diseños Ruddy, en Bucaramanga, Colombia.
Ése es el primer título de Guinness World Records para el municipio de Sahuayo, lo que le ha valido una mayor derrama económica derivada de estas artesanías que ahora se encuentran colapsadas por la contingencia sanitaria que vive el mundo.