Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- “El Día Internacional de la Mujer no se celebra ni se conmemora con mañanitas ni con flores, se trata de estar a la altura de esa agenda; es un deber del gobierno, que tiene que ver con políticas públicas de equidad de género, que tiene que ver con políticas públicas, con evaluación, con cambios, “porque no hay futuro sin esperanza, lo dijo Guete, y después lo dijo Benjamín Franklin, la esperanza es para los desesperanzados, las desesperanzadas”, evaluó la psicoanalista Rosario Herrera Guido, a propósito de la represión que se vivió por el 8 de marzo en Morelia.
Herrera Guido fue autora del Programa Especial de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas en el 2016 (PLADIEM), publicado en el Diario Oficial del Estado como una agenda pública, pero como ella misma lo refiere, el programa quedó en el tintero, “pero sí le permitió a Fabiola Alanís trepar hasta donde ahora está”.
“Lamentablemente las clases políticas, de todos los colores, tienen el patriarcado metido hasta el tuétano de los huesos. El movimiento feminista ha demostrado ser de las únicas revoluciones que ha triunfado sin balas, sin armas, y en lugar de emprender cuestiones de agresiones ha emprendido un mensaje de pacificación en el sentido en que Hegel lo decía en la Fenomenología del Espíritu, para que hombres y mujeres ya no se deben nada, y que esta guerra termine, porque es una guerra absurda, que tiene tres registros: el imaginario, que es el conjunto de la fantasía; el real, que es toda la violencia de la represión, incluso hasta sangrienta, y el simbólico, que tiene que ver con el diálogo, tiene que ver con hablar las cosas, así como lo dijo Freud en su Origen, a propósito de El Origen de la Cultura, el primer hombre que lanzó una injuria en lugar de una lanza fue el inventor de la cultura”, expresó la catedrática y ponente internacional.
Para ella, ese simbólico está ausente, el diálogo para poner sobre la mesa qué es lo que hace falta, cuáles son las necesidades, cuales son los deseos y que el Estado esté a la altura de estas circunstancias, porque no se puede hablar de una reforma moral cuando hay una cultura absolutamente marcada de machismo y de represión contra las mujeres.
“En ese punto hay una provocación muy marcada. Desde que se anuncia que va a haber un día muy violento, y no sólo lo dice el presidente, lo dice Martí Batres, el secretario de Seguridad Pública Nacional, para que no vayan las mujeres, para disgregarlas; lo mismo lo dijo aquí el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, que va a ser igual a las barras del estadio de Querétaro”.
En esta idea, observó que después de la marcha, la salida de los jóvenes de negro aventado piedras para justificar la represión lo dice todo, porque siempre han sido infiltradas las manifestaciones por esas fuerzas que nadie sabe de donde salen, que se justifican como anarquistas, que van y desprestigian el movimiento, por eso se actúa con brutalidad para disolver las manifestaciones.
“Lo único que muestra es que el movimiento feminista los ha rebasado, porque la derrota tiene que ver precisamente con la brutalidad, sólo el que saca armas y ejerce la violencia es el impotente; la ciudad de México dio una lección el 8 de marzo, al incluir mujeres policías en la marcha, policías a las que las mismas feministas después les regalaron flores”, recordó.
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Para la investigadora cultural, el poder es otra cosa, la dominación es supuesto. “El poder es positivo, virtuoso, creador; sólo cuando no se tiene poder se ejerce la dominación y se hace todo este proyecto, esta cadena de golpes hacia las mujeres, desde la Federación, el Estado y los municipios”.
En contraparte, refirió que movimientos como las Brujas del Mar, como las Colectivas que se reúnen en torno a ellas, esperaban mostrar que podían volver a salir a marchar y mostrar que el movimiento feminista sigue vivo, esperaban un cambio de actitud. “Demos el beneficio de la duda de que puedan reflexionar, que no actúen con las vísceras; el problema es que todos los gobernadores de Morena están queriendo clonarse con el Ejecutivo Nacional para quedar bien con él y recibir estrellitas”.
“Pero el pueblo bueno no es idiota, también se da cuenta, piensa, reflexiona y concluye; hay agenda pendiente en todos los temas, con las mujeres, en salud, en medio ambiente, en educación, etcétera, y esto es por falta de ejercicio de gobierno, de inclusión ciudadana, de democracia; por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo, todo esto que se ha tomado de Abraham Lincoln, no lo estamos viendo precisamente en ejercicio y en acciones; demos el beneficio de la duda”, soltó la activista.
La violencia institucional
La noche del 11 de octubre de 2019, López Obrador levantaba las manos en señal de triunfo en el jardín de un estadio de béisbol que estaba inaugurando en Guasave, Sinaloa. Ese mismo día por la mañana le retiró el 75 por ciento del presupuesto a Inmujeres; eso fue una reducción de 151.9 millones de pesos bajo el argumento de destinarlo a atención de la pandemia sanitaria.
En el 2021 desapareció el programa de apoyo a las estancias infantiles, donde antes se les daba un apoyo superior a los 3 mil pesos a las madres para procurar el las atenciones de los infantes, sin este apoyo muchas madres dejaron de trabajar lo los infantes quedaron al cuidado de sus abuelos o solos. Solo en Michoacán, de un promedio de 2 mil 400 estancias infantiles que había en 2019, actualmente sobreviven al rededor de 50 centros de atención para hijos de madres trabajadoras.
Como parte de violencia institucional y para seguir manteniendo a las mujeres como amas de casa, es importante recordar que en noviembre de 2020, Obrador mandató cancelar el Fondo para Atención a Víctimas de Feminicidio (FAAR) y el Centro de Atención y Acompañamiento de Víctimas (CEAV).
Y en la pandemia, miles de amas de casa perdieron su empleo para convertirse inmediatamente en maestras domésticas, fueron obligadas por el sistema educación a dar clases sin que muchas de ellas supieran cómo hacerlo, esa fue otra acreción económica y doméstica sumada a todos los retiros de apoyo del Gobierno Federal que se venían registrando y siguen dándose.
