Morelia, Michoacán.- Enclavado en el oriente de Michoacán, a dos horas y media de Morelia, la capital del estado, se encuentra el Parador Turístico Santuario de la Mariposa Monarca Senguio, un nuevo atractivo turístico en el que se puede observar al lepidóptero que viaja más de cuatro mil kilómetros para invernar en los bosques de la entidad.
Este parador turístico fue inaugurado el pasado mes de noviembre y actualmente es el tercer santuario en Michoacán, pues anteriormente los turistas solo podían arribar a Sierra Chincua en Angangueo y El Rosario en Ocampo, también ubicados en la región oriente, sin embargo, la peculiaridad de Senguio es que está en un punto estratégico, cerca del Estado de México.
Para llegar, es necesario hacer un recorrido algo pedregoso desde la cabecera municipal; al introducirse al bosque se observan unas instalaciones de madera que sirven como cuartos para ofertar alimentos y suvenires, además, a diferencia de los otros santuarios, se cuenta con drenaje, es decir, que ya no hay letrinas.
El acceso al lugar tiene un costo de 100 pesos para adultos y 70 para niños, aunque para el recorrido con guía es necesario pagar 300 pesos más, o mil si se desea subir al bosque en camioneta con 10 integrantes. Los alimentos y artesanías también se pagan aparte.
El recorrido
Una vez ubicados en las cabañas es necesario ascender a uno de los puntos más altos del santuario; en camioneta es un recorrido de una hora aproximadamente o caminando, aunque el tiempo estimado es de tres horas, sin embargo, si se decide que sea a pie, el paisaje recompensa el esfuerzo físico, pues durante camino se aprecian riachuelos y árboles de alturas considerables.
Al llegar a la primera parada se pueden observar poco a poco a los insectos, aunque es necesario subir a pie alrededor de dos kilómetros para apreciar a las poblaciones encarnadas en los árboles de Oyamel. El terreno es áspero: rocas, hojarasca y madera aunque nada que impida la llegada hasta el Mirador Japonés.
En este sitio la vista es increíble. Un peñasco desde donde se observan las montañas, el verde de la naturaleza, algunas parcelas a lo lejos. A decir de los guías, se le conoce como Mirador del Japonés porque cerca del lugar vivía un señor con dicha nacionalidad, aunque no es una versión confirmada.
Unos cuantos metros más adelante, las mariposas hacen lo suyo, revolotean, se lucen en el aire, otras posan sin temor y unas más buscan el lugar perfecto para resguardarse y descansar después del largo viaje. Es desde noviembre de este año hasta marzo del 2024 que los árboles lucirán llenos de estos pequeños insectos antes de que regresen al sur de Canadá.
Aunque este año se retrasó la llegada del lepidóptero debido a las circunstancias del clima, las mariposas arriban poco a poco y los visitantes y turistas podrán apreciar uno de los espectáculos naturales más impresionantes, aunque exhortan a la población a cuidar y respetar las reglas del santuario.
Reglamento
Para preservar la vida de la mariposa es necesario cumplir con las instrucciones de los guías, las cuales consisten en seguir la ruta marcada, no tocar al insecto, incluso si se encuentran en el suelo sin vida, no tomar fotografías con flash, no hacer demasiado ruido pues podrían aturdirlas y no dejar cualquier tipo de basura en el sitio.
La Secretaría de Turismo (Sectur) de Michoacán prevé la llegada de 511 mil 800 turistas y visitantes durante esta temporada, que provienen del interior del estado, de entidades aledañas, así como de Estados Unidos, España, Alemania, Colombia y Canadá, con una derrama económica de más de 600 millones de pesos.
El proyecto es nuevo y atractivo, sin embargo, las propias autoridades reconocen que falta infraestructura, como luz eléctrica y conectividad. También se trabaja en el balizamiento de vehículos y la instalación de una tirolesa, aunque, de acuerdo al titular de la dependencia, Roberto Monroy, hay disponibilidad hotelera en el municipio en las zonas aledañas. Por ende, el nuevo parador es un escaparate para la economía y el turismo de Michoacán.