Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Luego del sismo de magnitud 4.6 en Peribán que se registró la mañana del miércoles, la Secretaría de Educación del Estado (SEE) afirmó que las escuelas de la zona no sufrieron daños mayores, por lo que las actividades transcurren con normalidad.
Pese a las cuatro réplicas que se registraron después de las ocho de la mañana, solo en una escuela se reportaron cristales rotos, por lo que ayer se decidió suspender las labores en el turno vespertino, como sugerencia de Protección Civil.
Sin embargo, al día de hoy las actividades en los centros escolares transcurrieron con normalidad. De acuerdo con Protección Civil en Peribán el sismo provocó daños menores en casas y algunas estructuras, pero no hubo ninguna víctima mortal. El movimiento telúrico también fue perceptible en Uruapan y Cotija.
¿Por qué tiembla tanto en Michoacán?
El sismólogo Ángel Figueroa Soto, adscrito al Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMNHS) indicó que en Michoacán se sienten más estos fenómenos por la convergencia de la falla de las placas de Cocos y de Norteamérica.
“En Michoacán, el 30 por ciento de la sismicidad ocurre entre Oaxaca y Chiapas y lo demás se divide en otros estados, pero se siente más en Michoacán, Jalisco, Guerrero o Colima por la convergencia de las placas, toda la zona de la Costa es donde ocurre la mayor energía”, explicó el sismólogo en un video en las redes sociales de la universidad.
Sin embargo, existe una diferencia entre los sismos que se registran en la Costa y los de otras zonas al interior del estado; la primera ocurre por esta convergencia, pero los demás son por fallas asociadas al movimiento del magma que quiere subir y se queda atorado; este tipo de sismos también se han registrado en San Luis Potosí o Baja California, aunque dependen del contexto tectónico.
Enjambres sísmicos y nacimiento de un volcán
Para Figueroa Soto, los enjambres sísmicos no es algo nuevo, y el hecho de que haya registro de muchos sismos no significa que necesariamente va a nacer un volcán, pues se deben medir otros parámetros como la deformación del terreno, la presencia de gas o el olor a azufre, aunque no descartó el nacimiento de uno en la entidad.
“Más que preocuparnos, tenemos que prepararnos, hacernos responsables de las construcciones de nuestras casas, es una preparación continúa (…) hace falta, la evidencia está en el sismo del pasado 19 de septiembre, estamos confiándonos de más”, finalizó.
