Morelia, Michoacán. (OEM-Infomex).- A dos semanas de la desaparición del Homero Gómez González, han declarado ante la Físcalia General del Estado (FGE) cerca de un centenar de personas sin que hasta el momento se haya dado a conocer avances en la investigación judicial.
El año pasado fue especialmente letal para los activistas y ambientalistas en México, pero principalmente Michoacán, que registró a nivel nacional 30 asesinatos de activistas y defensores de los derechos humanos y se sumó a mujer activista en la búsqueda de personas desaparecidas y dos ataques violentos a ambientalistas.
Además, en el 2018 una joven originaria de la comunidad de Cherán y defensora de los bosques, murió a manos de su ex pareja.
De acuerdo a la FGE en el caso de Homero Gómez “se continúa con su búsqueda permanente a la que se han sumado organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH)”.
La FGE, a través del área de comunicación social, informó que siguen los actos de investigación para la localización del activista ambiental de la zona de la mariposa monarca, quien al momento de su desaparición el pasado 13 de enero, había acudido presuntamente a una cita con una persona aún no identificada, que denunciaba un acto de tala clandestina.
Por el caso de Homero Gómez han declarado hasta el momento 53 elementos de las policías municipales de los municipios de Angangueo (24) y Ocampo (29), así como la síndica municipal y otros actores político como los presidentes municipales María Hilda Domínguez García y Roberto Arriaga Colín, respectivamente, entre otros funcionarios municipales de primer nivel.
Gómez González es considerado un referente en las actividades de protección y conservación de los recursos naturales (agua, bosque, flora y fauna) de la reserva de la biosfera de la Mariposa Monarca, zona de 56 mil hectáreas que comparten los estados de Michoacán y de México.
Gómez González también era un productor de la flor de nochebuena de la región oriente del estado de Michoacán.
En las redes sociales de Homero Gómez continúan los mensajes solidarios, en los que se destaca la labor de quien por más de dos décadas ha dedicado su vida a dicha zona natural aunque también se hace referencia a la problemática ambiental que presentan los bosques por la tala ilegal.
Activistas y ambientalistas en riesgo
El pasado 19 de julio, Zenaida Pulido, activista en la búsqueda de personas desaparecidas fue encontrada asesinada en el municipio de Aquila. Originaria de la comunidad de Huahua, Zenaida hacía labores de rastreo para localizar a su primer esposo, quien aseguraba había sido levantado y probablemente asesinado por el crimen organizado.
Luego de su asesinato en el mes de julio, su familia tuvo que huir del estado, en el mes de septiembre, acosada por amenazas de muerte.
Cemeí Verdía, Ostula
El 28 de noviembre Cemeí Verdía Zepeda, ex líder de los grupos de autodefensa y miembro activo de la guardia comunitaria de la localidad de Ostula, fue atacado a tiros mientras jugada un partido de fútbol amateur.
Por cuarta ocasión el hombre de 40 años sufrió un ataque violento, del cual salió ileso. Hasta el momento no han sido detenidos, ninguno de sus agresores.
Juan Manuel Madrigal “El Biólogo”
En el municipio de Uruapan, existe un activista ambientalista de nombre Juan Manuel Madrigal Miranda que vive y protege una zona boscosa llamada Ecocentro Cupatitzio, localizada en las inmediaciones del ejido de Zumpimitio, lugar donde se ha asentado una célula delictiva.
A don Juan le han asaltado en varias ocasiones su vivienda del bosque, pero en mayo pasado comenzaron a dejarle recados amenazantes y cada vez más agresivos para que renuncie a la defensa de este pulmón de la ciudad.
Él asegura que ahora el crimen organizado “va por los bosques, la selva y el agua de la región” de esta zona, rica en recursos naturales y muy codiciada para la siembra de plantas de aguacate.
Guadalupe Campanur, Cherán
El 18 de enero la joven Guadalupe Campanur, fue encontrada muerta a manos de su expareja, quien la agredió sexualmente y luego la asfixió.
En un primer momento se sospechó que su muerte tenía que ver con su activismo en defensa de los bosques de su natal Cherán, pero las autoridades judiciales determinaron que el desafortunado evento se trató de “un crimen pasional”.