El pueblo de Tacámbaro llora a sus muertos, víctimas del atentado fallido en contra del hermano del alcalde Artemio Moriya Sánchez, ocurrido el pasado lunes por la mañana.
El martes a temprana hora, familiares y pobladores despidieron a uno de los cinco fallecidos durante el fuego cruzado entre presuntos sicarios y policías.
Se trató de Roberto Olvera Robles, de quien con una misa de cuerpo presente en la parroquia del municipio, la cual lució a tope, rogaron por su eterno descanso.
Visiblemente consternado, el padre Alejandro Ortiz, quien ofició la misa, recordó que horas antes de su muerte estuvo apoyando en las labores sociales de la iglesia.
Lo describió también como un "hombre que se dedicaba a su trabajo, a su familia, a sus ventas, a sus gazpachos".
Roberto, de oficio comerciante, como todos los días había salido a trabajar cuando en un momento determinado, esa mañana, abandonó su puesto para buscar dónde desayunar... siendo las balas y la muerte lo que encontró.
Durante la misa, se convocó también a la reflexión y apegarse a la oración para hacer frente a la ola de violencia que azota a la región, y de la cual piden no normalizar y rezar por la reconversión de quienes la promueven.
El cuerpo de Roberto Olvera fue despedido entre aplausos, en medio del llanto y del dolor. Su féretro fue subido a una carroza y trasladado al panteón municipal.
UNA MAÑANA FRÍA
En Tacámbaro, la mañana es fría. La Presidencia Municipal luce cerrada, con dos policías municipales vigilando en la entrada, mientras que personal de la Guardia Civil hace lo propio en la cabecera municipal.
Las unidades de transporte público circulan con normalidad, aunque en sus parabrisas tienen inscritos mensajes en memoria de Griselda Armas y su esposo Marcos Valdovinos, otras dos víctimas mortales.
Un operador nos comenta que la misa de la madre buscadora y su esposo será a las cuatro de la tarde, en El Tecario, poblado ubicado a 13 kilómetros de la cabecera municipal.
Para llegar, hay que tomar un camino donde la señal telefónica se pierde por tramos y la vigilancia es nula.
A dos cuadras de la plaza principal y parroquia, velan los cuerpos de los padres de Diego Yahir, su hijo, que buscaban desde el pasado 08 de septiembre.
Sobre las laterales se estacionaron combis con mensajes en solidaridad con la familia y en medio de la calle, dos carpas protegen del sol a los asistentes al velorio.
Los féretros de Griselda y Marcos yacen en la entrada de su vivienda, acompañada de ofrendas florales y fotografías de ellos.
La permanencia en el lugar es breve, pues tras previa consulta, no se permitió el acceso de medios de comunicación.
Horas después de la emboscada, en la región se respira el miedo, pese a que la gente intenta llevar con normalidad sus actividades y en las calles hay rondines del Ejército mexicano.
La escena del crimen no fue acordonada por la Fiscalía de Michoacán, por lo que las manchas de sangre en el asfalto fueron limpiadas y en un costado de la banqueta se colocaron veladoras.
Mientras que en los postes aún se aprecian las fichas de búsqueda de Diego, colocadas por sus padres fallecidos, víctimas circunstanciales como las definió en entrevista el fiscal estatal Adrián López Solís.
EL ATENTADO
Fue el pasado 23 de octubre cuando un ataque armado en contra de Ricardo Moriya Sánchez, hermano del presidente municipal de Tacámbaro dejó como saldo cinco personas muertas y tres heridas.
El atentado tuvo lugar en pleno centro de la cabecera municipal y desató un enfrentamiento en el que perdieron la vida tres hombres, un policía y una mujer era madre buscadora.
Tras el ataque armado, autoridades municipales reportaron que el hermano del edil Artemio Moriya fue trasladado herido a un hospital de la zona en donde recibe atención médica. Además, hay dos policías que también resultaron heridos.
En tanto personal del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y Guardia Civil Estatal desplegaron un fuerte dispositivo en la zona.
Tacámbaro se ubica a poco más de 200 kilómetros de la capital michoacana.
PRIMEROS INDICIOS
El atentado en contra de Ricardo Moriya está relacionado con el asesinato del Yoshio Moriya, hermano y sobrino respectivamente del presidente municipal de Tacámbaro, reveló el Fiscal General del Estado, Adrián López Solís.
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En entrevista, el funcionario reveló que tras las primeras investigaciones se ha podido identificar que dos de los participantes en el atentado del pasado lunes participaron en el crimen de Yoshio, el pasado mes de julio. Incluso, afirmó que ya existen órdenes de aprehensión en contra de esos sujetos.
La causa (del atentado) es una situación que ya tenía antecedentes, incluso dos de los participantes cuentan ya con orden de aprehensión con motivo del asesinato del sobrino del presidente, sostuvo.
Muerte de la madre buscadora
Cuestionado sobre la muerte de Griselda N, madre buscadora en ese mismo atentado, López Solís señaló que todo hace indicar que fue circunstancial.
Recordó que la mujer trabajaba en el restaurante donde se encontraba Ricardo Moriya al momento del ataque armado, el cual dijo, no fue dirigido sino indiscriminado.
Señaló que desde que se registró la desaparición del hijo de Griselda, hace un par de meses, las autoridades iniciaron investigaciones determinando que fue privado de la libertad por integrantes del crimen organizado.
Sabemos que el muchacho no andaba en malos pasos, era un muchacho joven, pero lamentablemente se privó de su libertad, mencionó.