Trabajadores del Instituto Tecnológico Superior de Tacámbaro denunciaron una serie de acciones que consideran injustas y desfavorables para el personal de la institución. Entre ellas, despidos injustificados y una drástica reducción de horas para maestros con larga trayectoria.
Daysi Karla Ponce Becerra, trabajadora de la institución, reveló que varios docentes con hasta 19 años de labor en el instituto han visto sus horas de trabajo reducidas de manera significativa. Incluso aquellos con una antigüedad de hasta 30 años ahora solo cuentan con 10 horas laborales.
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En rueda de prensa en conjunto con otros trabajadores, Ponce Becerra explica que esta situación se agrava con la contratación de nuevo personal, al cual se le asignan las horas que antes pertenecían a los docentes veteranos, dejándoles con un horario cada vez más limitado.
El argumento que se les presenta a la autoridad del Tecnológico, según Ponce Becerra, es la falta de recursos y horas disponibles. Sin embargo, los despidos no vienen acompañados de justificaciones claras. "En los despidos no hay argumento porque son despidos injustificados", enfatiza la trabajadora.
La afectada señala un ambiente de hostigamiento laboral que, según ella, viene siendo una constante desde el año 2022. Identifica a Saul Acosta Reyes como el líder sindical que maneja gran parte de estas decisiones, seguido por Javier Guillen Aparicio, quien fue designado director en 2022 y ha continuado con estas prácticas.
La llegada de Liliana Carreño Romero en 2023, inicialmente vista como un cambio positivo por ser mujer, no ha traído mejoras. Ponce Becerra describe que Carreño Romero se ha unido al plan de hostigamiento, contribuyendo a un ambiente laboral cada vez más tenso y desfavorable para los trabajadores.
"Ellos dicen que es chantaje", comenta Ponce Becerra sobre las autoridades a las que han acudido con sus reclamos. Sin embargo, ella y otros afectados sostienen que lo que buscan es justicia y un trato adecuado en su lugar de trabajo.
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Subraya que la petición principal es el cese de tres personas clave en estas decisiones: Saul Acosta Reyes, Javier Guillen Aparicio y LilianaCarreño Romero.
La situación ha llevado a más de 20 trabajadores a sentirse afectados y a tomar acciones legales. Ponce Becerra, por ejemplo, está solicitando su reinstalación, argumentando que no hay razones sólidas para su despido. De manera similar, se pide que a los docentes a quienes se les han reducido las horas se les restituyan sus jornadas laborales completas.